Testimonios de los damnificados:
“Nos quedamos con la ropa que teníamos puesta. Todo se quemó en el incendio, que fue muy repentino; se propagó rápidamente y no dio tiempo de nada”. Con esta frase, en medio del llanto y la desesperación, Ana María Granados, de 47 años y madre de tres hijos, resumió el momento en el que un incendio destruyó ayer 60 ranchos que, construidos en una ladera con madera, cartón y plástico, hacían parte de un asentamiento en el norte de Bucaramanga.
El incendio que dejó más de 2.300 personas damnificadas y a la intemperie, comenzó a las 10:40 a.m en el sitio conocido como Transición. Para controlar el fuego intervinieron durante dos horas 20 bomberos, que se apoyaron con tres máquinas.
Freddy Ragua, coordinador del Comité Local para la Prevención y Atención de Desastres (Clopad), dijo que la primera hipótesis que se maneja es que el fuego surgió de un incendio forestal, pero según otra versión se trató de una posible quema de llantas y cables, explicó Ragua.