Martes, 22 de Abril del 2025
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Millonarios le ganó 3-0 al Tolima en El Campín.

Publicado el 29/11/12

Con goles de Luis Tancredi, Rafael Robayo y Luis Mosquera.


El coro, casi al unísono, de cerca de 20.000 fanáticos azules al final del partido, resumió el sentir de la hinchada que acompañó al equipo alterno de Millonarios anoche en El Campín: “La 14, queremos la 14, queremos la 14”.

La nómina suplente, reforzada con Luis Delgado y Román Torres, respondió al clamor de la tribuna: goleó 3-0 al Tolima y consiguió los primeros tres puntos de los 12 que necesita Millos para llegar a la final de la Liga y pensar en la estrella esquiva desde hace 24 años.

Millonarios pasó muchos trabajos en el primer tiempo, porque no tuvo ni creación, ni recuperación, ni contundencia. Solamente creó una opción de gol, empezó prendido como un fósforo y la llama se apagó rápido. Tolima tuvo para liquidarlo en esa primera etapa, pero no definió. Y lo acabó pagando muy caro.

Un único cambio, el del juvenil Yúber Asprilla por un perdidísimo Erik Moreno, hizo que el juego fuera otro después del descanso.

Tolima apenas se acomodaba en el campo cuando el uruguayo José Luis Tancredi encontró tiempo y espacio para girar, mirar al arco y lanzar un remate de 35 metros que se le coló en el ángulo al portero Ántony Silva. ¡Golazo!

Tolima sintió mucho las bajas de Gerardo Vallejo, Félix Noguera y Cristian Marrugo. Cuando lo atacaron por las bandas, le hicieron daño, y sin el cartagenero, que según la página oficial del Pachuca ya es jugador de ese club, llegar al arco de Luis Delgado se volvió una misión imposible.

Asprilla enloqueció a la defensa visitante a punta de gambeta y velocidad y se inventó el segundo gol. Ántony Silva lo derribó en el área, a los 12 minutos del segundo tiempo, cuando el atacante lo gambeteaba para rematar. Era penalti y expulsión. Ímer Machado le perdonó la roja al arquero, pero Rafael Robayo no: anotó el 2-0.

Luego, una jugada de Jorge Perlaza que terminó en un remate cruzado de derecha de Luis Mosquera sentenció una goleada que, por lo visto en el primer tiempo, parecía impensable. Pero el corazón que le puso el equipo da para pensar en grande, en la semifinal de hoy con Tigre.



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