Martes, 22 de Abril del 2025
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A Millonarios se lo comió el Tigre en la Suramericana.

Publicado el 30/11/12

Primera ilusión enterrada.

Fue una horrible noche. Sin categoría ni recursos, sin alma ni talento, Millonarios se despidió de la Copa Suramericana en las semifinales. Tigre de Argentina le empató 1-1 este jueves en El Campín, lo eliminó por el gol visitante y, sobre todo, enterró la primera de sus dos ilusiones del semestre. (Vea también la galería con las mejores imágenes del partido de Millonarios vs. Tigre)
Si frente a Gremio de Brasil en cuartos de final a Millonarios le sobró jerarquía y calidad para remontar un marcador adverso y lograr una clasificación con visos de hazaña, este jueves fue un equipo apagado, confundido y presa de los nervios, por lo que terminó sometido y solamente al final del partido, con la anotación de Jorge Perlaza a los 45 minutos del segundo tiempo, intentó conseguir el milagro que no llegó.
El gol de Mariano Echeverría, a los 21 minutos del periodo final, en una acción de pelota quieta que encontró mal parada a la defensa azul, fue el premio para un equipo que, como Tigre, sí tuvo la garra y el temperamento para pelearle la clasificación a Millonarios, a sabiendas de que es un equipo mucho más limitado en lo técnico.
Pero así, desde el comienzo del encuentro, fue superior a un Millonarios que lució ansioso, enredado, sin claridad ofensiva ni capacidad para manejar con criterio la pelota ni pasarle por encima al rival.
Tigre salió a buscar el arco defendido por Luis Delgado y sorprendió no solo al equipo azul sino a todo el mundo, porque su planteamiento no fue conservador ni mezquino.
Dos aproximaciones sin contundencia, de Wason Rentería a los diez minutos y de Wilberto Cosme a los once, solo sirvieron para que la defensa de los argentinos se agrupara mejor y achicara con propiedad, para provocar el fuera de lugar en varias ocasiones, trampa en la que cayeron los atacantes azules.
A los 21, Tigre avisó que estaba preparado para amargarle la noche a Millonarios y un disparo de zurda de Rubén Botta estuvo cerca de vencer la puerta de Delgado.
Después, a los 33, Ezequiel Maggiolo con un cabezazo también merodeó la zona de gol y silenció el estadio, porque en la cancha Millonarios no se encontraba con su fútbol y Tigre le hacía honor a su nombre, porque estaba al acecho como en noche de cacería.
Máyer Candelo y Hárrison Otálvaro, encargados de generar el fútbol de las ideas, el desequilibrio y el talento, muy poco aparecieron y sin sus luces, el equipo azul no tuvo con qué inquietar.
El paso de los minutos, tras el tanto argentino, llenó de imprecisión a Millos. Los cambios del DT Hernán Torres esta vez no cambiaron la historia. El equipo azul fue una sombra y no mereció más.



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