Con goles de Cosme y Otálvaro Millonarios venció 1-2 al Deportes Tolima, en Ibagué.
El hechizo se rompió. Después de 15 años el equipo ‘embajador’ logró una victoria trascendental en Ibagué, que lo pone a un paso de la final del torneo colombiano.
Los goles de Wilberto Cosme y de Harrison Otálvaro, éste último en la agonÃa del juego, le dieron al equipo de Hernán Torres y sus muchachos un importantÃsimo triunfo, ante un rival, que pese al coraje y las ganas en el campo, no pudo en su patio mantener el aliento para llegar a la última fecha de los cuadrangulares con algo de vida en su camiseta.
La primera parte del juego, especialmente en los minutos iniciales, el local, que tenÃa la obligación de salir a buscar el partido sin perder el orden y la vocación ofensiva, intentó hacer su trabajo sin mucha claridad en el último cuarto de cancha, en lo que pesó la ausencia de un jugador como Cristian Marrugo, que ordenara las ideas y generara el fútbol ofensivo que el onceno vinotinto y oro necesitaba.
Al frente el conjunto tolimense encontró a un Millonarios bien parado en defensa, que de a poco se hacÃa a la esférica, con hombres como Jhonny RamÃrez y Rafael Robayo, que intentaban abrir la cancha dándole juego a Lewis Ochoa por el lateral derecho y a Járol MartÃnez por la franja izquierda, para que aprovechará la falta de oficio del juvenil Henry Obando, responsable de reemplazar al ex capitán del equipo ‘pijao’ Gerardo Vallejo.
Cuando el equipo ‘azul’ se hacÃa más profundo un error en el saque del cancerbero Antony Silva le deja la pelota servida en la mitad del campo al delantero Wilberto Cosme, que en velocidad arrastró la marca de una defensa jugada y entrando al área remató rasante y cruzado al palo de la mano derecha del golero paraguayo para que la pelota se incrustara en el red del pórtico norte del Murillo Toro para el 1-0 parcial y el jubilo en la afición capitalina.
En adelante el que tomó la manija del juego fue el visitante, que se mostró más ordenado y con argumentos para conducir el balón, abrir la cancha y ser profundo a la hora de buscar la velocidad de Cosme y Perlaza.
Sólo hasta los últimos 10 minutos de la primera parte el conjunto vinotinto y oro se pudo sacudir del dominio ‘embajador’ y en un tiro de costado encontró la paridad en un doble cabezazo en el área; primero Danovis Banguero y en el remate en el segundo sector de las cinco con cincuenta, en medio del borbollón, el zaguero central Breiner Bonilla metió la cabeza para enviar la redonda al fondo de la red.
Con el marcador igualado ambas escuadras se fueron al descanso.
Para la segunda parte del compromiso el técnico Hernán Torres dejó en las duchas, por lesión, al lateral derecho Lewis Ochoa dándole paso a Juan Esteban Ortiz, que por ese sector no logró acomodarse en la cancha. Por ahà el cuadro local intento en repetidas ocasiones con Henry Rojas y Danovis Banguero ganar la lÃnea de fondo, pero sus centros y diagonales no pudieron ser nunca capitalizados ni por Robin RamÃrez ni Charles Monsalvo.
El onceno tolimense hacÃa el desgaste, como era obvio, pero una vez más con más vértigo que inteligencia, algo que en esta temporada le costó encontrar al el equipo de Castro y Pimiento, especialmente como local.
Al minuto 12 vino el ingreso de Mike Campaz por Henry Obando, que apenas comienza a pagar su derecho a piso en el rentado profesional. Campaz se posicionó en la mitad del campo para hacer pareja de recuperación con Gustavo BolÃvar y Jhon Freddy Hurtado pasó a cumplir funciones como lateral por zona derecha.
En el cuadro bogotano el ingreso de Omar RodrÃguez por Wilberto Cosme y el de José Tancredi por Mayer Candelo, al final sin aire para estar en la contienda, no le dieron el manejo a la pelota que el técnico Torres pretendÃa. Millonarios aguantaba y lo hacÃa bien en defensa, especialmente con sus centrales, de impecable trabajo en los 90 minutos de juego.
Tolima se arrimaba a la frontera del pórtico custodiado por Luis Delgado pero el gol no llegaba. Los minutos pasaban, el tiempo era implacable y cuando todo parecÃa ser un empate, vino el remate salvador de Harrison Otálvaro que se metió en la porterÃa sur del estadio de la 37para dejar sin aire al equipo tolimense, en silencio a los pocos aficionados tolimenses que asistieron al compromiso y hacer que los más de cuatro mil hinchas que acompañaron al equipo de Torres y sus muchachos les sobrara garganta para gritar, en la agonÃa del partido, el gol que los acerca a la tan anhelada final del fútbol colombiano y a la estrella 14 bordada en su escudo.