Este sábado en el estadio El CampÃn de Bogotá, con dos goles de Fredy Montero, Millonanarios derrotó 2-1 a Santa Fe y aplazó la clasificación del equipo rojo a la gran final del fútbol colombiano.
Sin embargo, el paso de los cardenales a la final podrÃa asegurarse este mismo sábado en caso de que el Deportivo Cali no derrote a Once Caldas en elPascual Guerrero.
Santa Fe saltó a la cancha del Nemesio con una nómina alterna, pues los jugadores titulares, viajaron a Asunción, Paraguay, para enfrentar a Olimpia con miras a las semifinales de la Copa Libertadores.
Los suplentes asumieron el reto con seriedad, ganando tenÃan cupo directo a la final. No habÃa mejor forma de demostrar la ‘chapa’ de finalista que derrotando al rival de patio y por eso con un gol de camerino, con una jugada de pelota quieta, el uruguayo Julián Lalinde, ‘la B’ de Santa Fe arrancó ganando el partido cuando apenas el cronómetro marcaba el minuto de juego.
El gol tempranero despertó el optimismo de los elegidos por Victor Rozo que trataron de imitar el juego de los titulares: posesión, toques rápidos en la mitad del campo, circulación continua de juego; sin embargo, Millonarios se sacudió y tras quince minutos de partido le quitó el balón a los cardenales y empezó a llevar peligro al arco que defendió Juan Manuel Leyton.
Sin éxito, Santa Fe ejerció presión en la mitad de la cancha pero Millonarios empezó a poner condiciones, adelantó sus lÃneas y Wason RenterÃa empezó a protagonizar acciones con algún riesgo del equipo embajador.
En el segundo tiempo, Santa Fe se vio superado por el juego vertical de Millonarios que aprovechó la expulsión de MartÃnez Borja para atacar con mayor contundencia el arco cardenal. Fue asà como con la entrada de Fredy Montero, con goles se demostró lo que el juego pedÃa a gritos: una victoria embajadora.
¿Cómo cobrar tiros libres? Montero respondió esta pregunta en el minuto 31 del segundo tiempo, un gesto técnico impecable que infló la red cardenal y que de paso empató el partido. Tras el gol, Millonarios no dejó de atacar y anunciaba lo evidente. El segundo gol de Montero y la victoria embajadora, tres puntos que al menos sirvieron para postergar la fiesta de Santa Fe