Estrategias de los abogados del mandatario para frenar el proceso, o dilatarlo, no han servido.
La revisión de firmas que le autorizó mediante tutela del pasado 25 de junio el Tribunal de Cundinamarca al Alcalde de Bogotá solo sirvió para alargar momentáneamente el proceso.
La Registraduría Nacional finalmente no aceptó el reporte que le presentaron los grafólogos contratados por el mandatario y se mantuvo en que las rúbricas que piden la revocatoria son válidas y que el trámite debe continuar.
Petro con sus expertos pretendía demostrar que las rúbricas no eran válidas y tumbar todo el proceso revocatorio. Pero no le funcionó.
Sin embargo, los abogados del Alcalde tienen lista toda su artillería jurídica para evitar que la revocatoria llegue a las urnas. Esto promete que el tema seguirá bordeando el lindero de lo judicial y lo electoral. Y, por supuesto, con una clara apuesta a la dilación.
El informe de los grafólogos del Alcalde señala que de las 132.000 firmas que revisaron una a una, 81.000 no son válidas, en buena medida porque quienes firmaron y tienen nombres compuestos, solo lo hicieron con uno solo de sus nombres. Para ellos, es inválida la planilla.
Pero esa argumentación no parece válida si se toma en cuenta que el mismo Petro siempre firma solo como Gustavo, nunca pone su segundo nombre que es Francisco.
Los grafólogos también hicieron una revisión aleatoria de 212.000 rúbricas, de las cuales tomaron una muestra de 4.000 y a partir de esto determinaron que 180.000 están mal.
La Registraduría se mantuvo en su decisión inicial de que las firmas son válidas. Es probable que las cifras varíen, pero muy poco.
Esto significa que el mandatario será notificado de la decisión y de inmediato correrán los 10 días para que pueda realizar la respectiva reposición y en subsidio la apelación. En esto iba el proceso cuando los abogados de Petro lograron dilatarlo con la tutela.
Pero a esto también hay que sumar que otra jugada de los abogados del mandatario bogotano para dilatar más este proceso tampoco prosperó. Ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca tramitaron un incidente de desacato por parte de la Registraduría, argumentando que ese organismo no había cumplido con lo dispuesto por la tutela que ordenó la nueva revisión de las firmas. Pero fue negado el lunes por el tribunal.
Si Petro apela, habrá 30 días hábiles para resolverle la situación. El asunto es que como esas firmas ya se han revisado dos veces, pues se da por descontado que haya una decisión favorable al burgomaestre.
Es casi seguro que la Registraduría se tomará la mitad de ese tiempo para resolver sobre esos respaldos.
Pero aquí es donde entran a jugar los defensores del mandatario bogotano. Ya anunciaron que tan pronto sean notificados de la resolución de la Registraduría que avala las firmas para convocar a la votación, interpondrán los recursos de reposición y de apelación. Incluso no han descartado acudir a la tutela.
Pero no es lo único. Igualmente acudirán al Tribunal de Cundinamarca, que les negó el desacato a interponer un recurso de reposición contra esa decisión.
Luis Fontalvo, uno de los abogados de Petro, contó que sustentarán su petición en que los magistrados estudiaron el desacato sobre el proceso de verificación que se realizó antes del 10 de julio, pero que cuando realmente la Registraduría no cumplió fue entre el 10 y el 22 de julio.
Aunque este tema ya fue resuelto y hay quienes creen que con esto solo se busca es ganar más tiempo, Fontalvo insiste en que tiene pruebas de que el organismo electoral les entorpeció la verificación de las firmas, lo que significa un desacato a lo que ordenó la tutela.