El esquivo grito de clasificación al Mundial está más próximo que nunca para Colombia. Ese alarido contenido en las gargantas de todo un país por 16 años y tres mundiales consecutivos de abstinencia, podría vociferarse hoy viernes. Se necesita mínimo un empate, un punto contra Chile para despejar cualquier duda, para no hacer más cuentas, para acabar con la larga espera.
Desde el estadio Metropolitano de Barranquilla, se afinarán las voces, pero con el seguro respaldo de un coro imponente, a lo largo y ancho de todo el país futbolero, que esperará esos 90 minutos anhelando poder estallar en una catarsis colectiva, gritando el regreso al Mundial. Todo está dado para que sea este viernes.
Pese al reciente traspié con la derrota en Uruguay (2-0), el equipo está fuerte, motivado y entusiasmado. Eso demuestran los jugadores en sus declaraciones que han sido respetuosas, humildes, prudentes y optimistas. Se les nota aterrizados, contagiados de ese deseo por gritar la clasificación. Incluso, el tema del reemplazo de Camilo Zúñiga no se ha tomado con drama: podría jugar Stefan Medina o Juan Guillermo Cuadrado.
Sin embargo, la Selección es consciente de la dificultad del rival. Saben que es un Chile potente, veloz, con jugadores peligrosos, y que también busca su cupo al Mundial, que conseguirían con una victoria este viernes. Además, están heridos por el triunfo colombiano en Santiago 1-3.
Pero Colombia está en casa, donde nunca ha perdido en la era Pékerman, donde no ha recibido gol, y donde ha consolidado su Eliminatoria. Además, será el último partido de local antes de viajar a Paraguay a la última fecha. Qué mejor que despedirse del país despertando ese coro atragantado.
De seguro este viernes será un día de inconmensurable expectativa en Colombia. 90 minutos frente a Chile podrían ser suficientes para romper el maleficio, para regresar al Mundial. Por ahora, que se afinen las gargantas.
Pablo Romero
Barranquilla