Ante la falta de ritmo en el proceso de paz con las Farc, algo que ha reconocido el presidente Juan Manuel Santos, el alto Gobierno estudia posibilidades que permitan acelerar la consecución de resultados, y una de ellas sería un eventual cambio en la metodología.
La Casa de Nariño no está dispuesta a ceder en nada en el contenido de la agenda pactada para los diálogos, que el 19 noviembre cumple un año, pero sí examina qué camino podría oxigenar el proceso y, por esa vía, demostrarle al país que la terminación del conflicto es una posibilidad real.
Este martes, tras una reunión con el presidente Santos, el equipo negociador del Gobierno partió para Cuba, donde se inicia un nuevo ciclo de los diálogos, con la orden de “avanzar, avanzar y avanzar en resultados”. (Lea también: ‘Avanzar, avanzar y avanzar’, ordenó Santos a negociadores de Cuba)
Según Humberto de la Calle, jefe del equipo, también el mandatario “está evaluando la marcha del proceso”.
EL TIEMPO supo que una de las posibilidades es establecer ciclos de conversación más prolongados o permanentes, lo cual se aplicaría hasta que, por lo menos, se logre un acuerdo concreto en el segundo de los seis puntos de la agenda: la participación política.
Esto concuerda con parte de lo dicho ayer por De la Calle, quien explicó que, en la reunión con Santos, “estuvimos analizando los distintos elementos que deben ser tomados en consideración para la marcha del proceso”.
Ayer, en una nueva comunicación, ‘Timochenko’, jefe de las Farc, dijo que esa guerrilla no es la responsable de que el proceso de paz no haya dado mayores resultados y señaló al Presidente de estar presionado por mostrar resultados que justifiquen su reelección.
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