“Estamos bien, estamos en 20 países de América Latina y estamos creciendo”, destacó directivo, quien señaló a Brasil y Colombia como los países en los que McDonald’s crece más en términos absolutos y relativos, respectivamente.
La franquicia, que comenzó su andadura en Argentina en 1986 y es hoy la mayor de todas las que operan la marca McDonald’s en el mundo, seguirá invirtiendo también en su país de origen, pese a que la economía argentina atraviesa un proceso de desaceleración del crecimiento y devaluación monetaria que frena la iniciativa de muchas multinacionales.
“Este es un país super importante en América Latina. Hay una clase media muy grande y nosotros somos el restaurante sobre todo para la clase media, por el estilo de vida que tiene”, argumentó Staton. “Si se hacen bien las cosas, este país tiene un futuro formidable”, dijo, aunque reconoció que hay problemas que se deben resolver en materia económica a corto y medio plazo.
Staton aseguró que desde la sede de Buenos Aires se importan juguetes manufacturados de China pero el resto de productos procede del mercado doméstico, por lo que la depreciación del peso frente al dólar no interfiere tanto en la balanza de beneficios como en otros países con alta devaluación, como Venezuela.
El director ejecutivo reconoce la necesidad de aumentar el precio de los menús en una Argentina, en la que las estadísticas de las consultoras privadas hablan de tasas de inflación en torno al 24 por ciento interanual, pese a que las cifras oficiales difundidas por el Gobierno solo reconocen un 10 por ciento de alza.
Según versiones de la prensa local, el Gobierno de Cristina Fernández obligó a congelar el precio del popular Big Mac para interferir en el “Índice Big Mac”, publicado por la revista ‘The Economist’ con el fin de comparar el poder adquisitivo en distintos países. Pero de acuerdo con el ejecutivo, el menú del Big Mac sí ha variado de precios en Argentina y su valor “no está congelado”.
Arcos Dorados concentrará sus esfuerzos en hacer de McDonald’s el “restaurante de la familia”, con propuestas como “Libros en la Cajita Feliz”, que este jueves entregó la publicación número un millón adjunta al menú infantil por antonomasia de McDonald’s en países como Chile, Venezuela, Brasil, Perú, Colombia o Panamá.
“Pensamos que el libro es la forma de interactuar entre la mamá y el niño, especialmente, y también el papá”, apuntó el director de Arcos Dorados, porque “hoy en día el chico agarra el juguete y juega solito, o quizás con otro chico, pero si no están metidos en su iPhone o iPad y están en su mundo”.
Para el próximo febrero, mes en el que Argentina se incorporará también a la campaña, Arcos Dorados prevé que se habrán entregado ya entre diez y once millones de libros. “Me llama la atención lo bien que nos va con esto porque yo pensaba que el libro ya era cosa del pasado”, comentó el máximo responsable de Arcos Dorados y dueño del 40 por ciento del capital social de la firma.
Los libros de la Cajita Feliz hasta ahora se centran en la ciencia y la naturaleza pero pronto darán paso a los cuentos clásicos de toda la vida para atraer a niños y padres.
Arcos Dorados opera más de 2.000 restaurantes en toda América Latina y, pese a lo que pueda pensar, su mayor enemigo no son los Burger King, Subway, KFC y demás grandes franquicias de comida rápida, sino los puestos callejeros de comida tan populares en la región, que ofrecen desde tacos a arepas, empanadas, perros calientes y los populares ‘choripanes’ argentinos.
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