La entidad deberá presentar en los próximos días un plan de salvamento y cancelación de deudas.
En los próximos 15 días, Caprecom deberá presentar dicho plan, el cual tendrá que ejecutarse en un plazo no mayor a un año. Si pasado este tiempo los objetivos propuestos no han sido cumplidos, la Superintendencia Nacional de Salud tomará posesión inmediata de los bienes, haberes y negocios de la EPS; dicho en otras palabras, iniciará la vía de su liquidación.
Esta determinación, sin antecedentes y que es vista como un ultimátum a dicha entidad, está fundamentada en el incumplimiento sistemático de los requerimientos de patrimonio mínimo y de margen de solvencia exigidos por la ley como condición para permanecer en el sistema de salud, y que la han sumido en una crisis profunda que ameritó vigilancia especial de la Supersalud desde mediados de 2010.
Como se sabe, la Superintendencia ha detectado en sus auditorías falencias importantes en los indicadores de atención en salud, así como la ausencia de una red de prestación de servicios para los pacientes de baja y alta complejidad en casi todos los municipios donde opera Caprecom, así como deficientes resultados en programas de prevención, específicamente en la atención materno-infantil y de los niños menores de un año.
La Supersalud, en su decisión, llama la atención en que frente a sus competidores dentro del régimen subsidiado, a pesar de las graves fallas, esta EPS se encuentra “entre las aseguradoras con menores índices de peticiones, quejas y reclamos”.
Aunque los estados de resultados, las deudas acumuladas –principalmente con la red pública– y las limitaciones para compensar sus déficits preveían que la decisión de la Superintendencia se orientaría por la liquidación de esta entidad –la cual tiene en su junta directiva a los ministros de Salud, Hacienda y de las TIC–, lo que obtuvo fue una especie de salvavidas sobre el cual se espera haya una decisión del Congreso para compensar la iliquidez que atraviesa.
Las cifras son dicientes: Caprecom cuenta con 3’353.979 afiliados del régimen subsidiado y es la entidad con mayor presencia en el país.
En este momento, sus balances evidencian un valor negativo cercano a los 440.000 millones de pesos, y sus deudas bordean los 750.000 millones de pesos, de las cuales el 76 por ciento son superiores a los 90 días. .
De ahí que las condiciones estrictas que le exige la Supersalud en este momento incluyen la urgente necesidad de un plan de conciliación de las cuentas auditadas, un cronograma específico de pagos con todos sus acreedores, una auditoría forense a todas las deudas antiguas, reorganizarse geográficamente y proponer un nuevo esquema de gobierno corporativo.
En otras palabras, una reingeniería completa a una entidad en un momento muy difícil, tanto en el sistema de salud como en el actual momento administrativo y político del país.
Frente a la resolución, que será dada a conocer hoy, se esperan las reacciones de los hospitales de la red pública, del Gobierno Nacional que la dirige y de los demás actores del sector que ven en el futuro de esta entidad gran parte del futuro de la salud, en medio de una crisis en la que el actuar de las EPS está en entredicho.
Investigaciones en curso
Según la Supersalud, con corte al 13 septiembre de este año, se encuentran en curso 71 procesos administrativos sancionatorios en contra de Caprecom EPS por fallas en la prestación del servicio de salud, la renuencia a remitir información sobre casos en investigación, la negación de procedimientos, dispositivos y medicamentos POS, irregularidades en el aseguramiento, incumplimiento de las acciones de salud pública e incumplimiento de la red prestadora de servicios de salud.
Informacion Eltiempo.com