Este será uno de los principales mensajes del Presidente en su campaña por la reelección.
Al anunciar este miércoles que buscará la reelección en el 2014 para un nuevo mandato constitucional, el presidente Juan Manuel Santos explicó que lo hace porque, fundamentalmente, desea lograr la paz para los colombianos.
“Lo hago porque estoy convencido de que hemos avanzado lo suficiente y que, por fin, es posible llegar a ese futuro de prosperidad y de paz que merecemos todos los colombianos”, dijo.
El Presidente hizo el anuncio en un discurso breve, de apenas 11 minutos, por televisión, en el que resaltó sus principales logros de gestión en diversos frentes durante estos tres años largos de mandato, pero manteniendo la paz como razón fundamental de su aspiración.
Santos incorporó a su discurso por la paz dos conceptos nuevos: por un lado habló de que “la paz es la mejor seguridad: es la seguridad definitiva”, con lo cual parece ir más allá de la “seguridad democrática”, que marcó el gobierno de su antecesor y principal opositor de hoy, el expresidente Álvaro Uribe. Este podría convertirse en uno de los principales mensajes de su campaña por la reelección.
Cuando el Presidente eleva el concepto de paz a nivel de seguridad, y hace de esto su mayor desafío para los próximos años, pretende eliminar un supuesto abismo entre uno y otro término. El hoy presidente-candidato pretende desvirtuar el dilema que existe entre seguridad y paz, y se propone demostrar, como reza el slogan, que “la paz es la mejor seguridad”.
El segundo concepto tiene que ver con el mensaje enviado a sus opositores, a los que invitó a apoyar la búsqueda de la paz. “Convocaré a todos los sectores que apoyan la paz –algunos incluso que no están de acuerdo conmigo– a que trabajemos juntospara defender lo que se ha alcanzado y para llevar a buen puerto este proceso”, dijo.
Esto podría tener un par de lecturas: por un lado, Santos parecería estar diciéndole a la izquierda que su elección garantiza la continuidad del proceso de paz y que le gustaría tener su apoyo, pero también un llamado a sectores de centro y derecha a que se comprometan con este.
Convencido de lo que se ha logrado hasta ahora en la capital cubana, dijo que “cuando se ve la luz al final del túnel, no se da marcha atrás”, y que “no podemos quedarnos en la mitad del camino”.
Admitió que quería una negociación más ágil con las Farc en Cuba, pero no observó esa circunstancia como crítica.
“Yo esperaba que las negociaciones fueran más rápidas y que lográramos un acuerdo final antes de un año. No ha sido así. Han tardado más. Pero lo cierto es que hay progreso en las conversaciones y avances muy importantes”, destacó.
En el último año, el Presidente dijo en varias ocasiones que no quería que los tiempos de la paz y de la reelección se juntaran.
Como observó en su discurso y lo había advertido desde el comienzo de las negociaciones en La Habana, su propósito era que las negociaciones demoraran “meses, no años”.
Santos sabía que, en cumplimiento de la ley, debía decidir antes del 25 de noviembre si iba o no por la reelección, y por eso intentó que las negociaciones terminaran antes, pero no lo consiguió.
El pasado 6 de noviembre, luego de evaluar que, al cumplirse un año de las negociaciones, estas, si bien tenían un ritmo más lento de lo deseado arrojaban unos resultados parciales exitosos (dos puntos de los seis de la agenda acordados), autorizó su prórroga.
Como en una especie de premonición de lo que será el debate político electoral que se avecina, el mandatario defendió el papel de las Farc en la capital cubana.
“La guerrilla no solo ha aceptado discutir la desmovilización, la integración a la sociedad y la dejación de las armas, sino que ha aceptado acogerse a las reglas de la democracia”, dijo con vehemencia.
“Mi deber como mandatario, mi obligación como colombiano -agregó- es NO permitir que se pierda todo lo que hemos logrado en los esfuerzos de paz, gracias -y no me cansaré de repetirlo- al valor de nuestra Fuerza Pública y al apoyo de mis compatriotas.”
Terminar la tarea
Además de su insistencia en la paz -eje central de su intervención-, Santos explicó en varias ocasiones que aspirará a la reelección para “terminar la tarea” en su lucha contra la pobreza, en la generación de empleo, en la construcción de vivienda y en la reducción de los homicidios.
“Superamos la meta de crear más de 2 millones de puestos de trabajo, más que cualquier otro país de América Latina, pero aún queda un número similar de desempleados, de compatriotas que buscan trabajo y no lo encuentran. Por ellos, por los que aún no tienen un trabajo digno, tenemos que continuar para terminar la tarea”, subrayó.
Santos inscribirá oficialmente su candidatura para un nuevo período en la Casa de Nariño el próximo lunes en la Registraduría Nacional.
Informacion Eltiempo.com