Ocho mil millones de pesos en efectivo, enterrados en fincas y encaletados en apartamentos eran, al parecer, el plan de retiro del clan Úsuga David, que lidera la organización ilegal de “los Urabeños”. Esa plata cayó junto a 21 personas de confianza y ligadas al ala financiera, en el marco de una certera operación, largamente planeada, por unidades especializadas de la Policía contra esa banda.
Desde el lunes comenzaron a repartirse volantes en la subregión de Urabá, con los nombres de los principales cabecillas de la banda. El jueves, entre Apartadó y Carepa, se dio el primer gran golpe.
Arley Úsuga Torres, alias “Cero Siete” fue detectado, junto con seis de sus guardaespaldas, provistos con armamento de corto y largo alcance, a bordo de una camioneta Fortuner, por el caserío Blanquiceth. “El tipo incluso hizo ostentación de su poder en una taberna pública, con escoltas en cuatrimoto”, narró un uniformado que participó en la operación.
Detectado el objetivo, a las 8:00 a.m. del jueves, 60 comandos de la Policía, abordo de cuatro helicópteros, asaltaron la finca donde se reguardaba “Cero Siete”, familiar de Dairo Úsuga David (“Otoniel”), el presunto jefe máximo de “los Urabeños”.
Ante lo sorpresivo de la operación, diez escoltas de Úsuga se rindieron sin dar batalla y trataron de ocultar fusiles y pistolas, sin éxito.
Fuga
“Cero Siete”, según fuentes policiales, escapó en una moto de alto cilindraje, pero un helicóptero artillado de la policía, que cerraba el cerco de seguridad lo siguió desde el aire por cinco kilómetros, cuando el fugitivo comprendió que estaba perdido se entregó para salir con vida. Úsuga Torres es integrante de la cúpula de la estructura. Tenía como misión central manejar las finanzas de la organización y redes del narcotráfico, dijeron las autoridades. Por estos antecedentes, una corte del Distrito Sur de La Florida (E.U.) lo solicita en extradición.
En el bajo mundo le decían “el Matapolicías”, por haber ordenado, presuntamente, un plan pistola contra los uniformados de Norte de Santander, en retaliación por la muerte de seis “urabeños”, en un choque contra los Comandos Jungla.
Las caletas
El segundo objetivo golpeado en la operación fue Nini Johana Úsuga David, apodada “la Negra”, hermana del capo “Otoniel”. En coordinación con la Unidad Nacional contra las Bandas Emergentes, la Policía allanó tres apartamentos en los barrios Laureles, La Castellana y Los Colores, de Medellín; una finca en el municipio de La Ceja y otra en Sampués, Sucre.
Anoche se sumaban unos 8.000 millones de pesos incautados, así como municiones y documentos de transacciones monetarias, que dejarían al descubierto el corazón financiero del clan Úsuga.
Llamó la atención que en las dos fincas, el dinero estaba enterrado en cantinas de leche, muy separadas entre sí, por lo que fue necesaria la utilización de máquinas retroexcavadoras.
Ayer, además, fue destruida una pista clandestina de “los Urabeños” en un paraje rural de Unguía, Chocó.
En total fueron 21 capturas, incluyendo a “la Negra” y a “W”, un supuesto cabecilla de la banda en el Magdalena Medio, quien se ocultaba en una casa del municipio de Bello.