La Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) otorgó este lunes a Perú una parte del Pacífico que estaba bajo control de Chile, en un fallo histórico que provocó júbilo entre los peruanos.
Según un mapa mostrado en la sala, los jueces de la máxima instancia judicial de la ONU confirmaron las fronteras reivindicadas por Chile hasta las 80 millas, pero más allá de ese punto, y hasta las 200 millas, dieron la razón a Perú.
“¡Arriba Perú!”, “Viva el Perú, carajo”, celebraban en Perú tras el fallo. En Santiago, en tanto, se produjeron enfrentamientos de menor entidad y en la limítrofe ciudad de Arica, cuyo mar se vio afectado con la sentencia, hubo protestas.
Chile, que alegaba que tratados de 1952 y 1954 fijaban ya las fronteras, lamentó por su parte que la Corte no haya decidido mantener la frontera en toda la extensión del paralelo, sino solo en 80 millas.
“Si bien en esta zona Chile mantiene a plenitud sus libertades de navegación marítima y de navegación aérea, sin duda esta cesión constituye una lamentable pérdida para nuestro país”, dijo el presidente Sebastián Piñera, en un mensaje desde el palacio de La Moneda.
Agregó que su país “discrepa profundamente” con la decisión, mientras que el jefe de la delegación chilena, Alberto van Klaveren Stork, comentó que la resolución “carece de fundamento” y que había que analizarla “en profundidad”.
La presidenta electa Michelle Bachelet, que asume el cargo el 11 de marzo, espera por su parte que esta sentencia “marque un antes y un después” en los lazos con Perú.
Los dos gobiernos se comprometieron en numerosas ocasiones a acatar la decisión del tribunal, para dejar atrás un litigio histórico y poder desarrollar una cooperación económica y comercial boyante.
Júbilo y enfrentamientos
El presidente peruano Ollanta Humala expresó su satisfacción por el dictamen.
“Es motivo de satisfacción que la Corte haya reconocido la validez de la posición peruana… es claro que no existe un trazado de límites marítimos con Chile hasta las 200 millas”, dijo Humala en un mensaje televisado al país, en su primer pronunciamiento sobre la decisión.
En Lima, los peruanos celebraron el fallo, que pudieron seguir por pantallas gigantes instaladas en el centro histórico de la ciudad. “¡Arriba Perú!”, “Viva el Perú, carajo”, gritaban los asistentes en la Plaza de Armas, frente al Palacio de Gobierno, cuando se mostró la nueva demarcación fronteriza.
El gobierno peruano pidió a la población mantener la buena sintonía con Chile, dado que las viejas rencillas que se remontan a la confrontación militar de 1879-1883 (de Chile frente a Perú y Bolivia), en la que Perú perdió parte de su territorio sur, siguen latentes.
En Santiago, se produjeron enfrentamientos entre chilenos que apoyaban la sentencia y otros que insultaban a los peruanos, que dejaron un detenido. En Arica, ciudad fronteriza ubicada 2.000 km al norte de la capital chilena, se registraron varias protestas que fueron repelidas por la policía.
Bolivia, que en abril de 2013 presentó una demanda ante la CIJ contra Chile, en reclamo de una salida al Océano Pacífico, estudiaba el fallo y anunció que dará a conocer el martes la posición oficial.
“No es todo lo que queríamos ganar, pero hemos recuperado aproximadamente 60% de lo demandado (…). El pueblo peruano ha sido escuchado, eso debe darnos una gran satisfacción”, expresó por su parte el expresidente peruano Alan García.
Según otros comentarios, el fallo no afectará mayormente a los pescadores chilenos, sobre todo a los más pequeños, que tienen un radio de faena de unas 40 millas.
El presidente de la asociación de pescadores artesanales de Morro Sama (Tacna, sur de Perú), David Patiño, señaló que el resultado no beneficia en nada a su región puesto que “las esperanzas estaban dadas en que Tacna pudiera tener sus 200 millas”, declaró a medios locales.
Relaciones comerciales boyantes
Más allá de las rivalidades, el comercio y las inversiones han marcado la agenda bilateral de los últimos años y lo seguirán haciendo en un futuro, sostienen los analistas.
“Hay dos escenarios posibles”, explica a la AFP Sergio González, historiador del Instituto de Estudios Internacionales Universidad Arturo Prat de Iquique.
Uno es que los países “utilicen el fallo como una oportunidad para interaccionar más, para realizar proyectos conjuntos, fortalecer y profundizar la densidad de sus relaciones comerciales, la movilidad de las personas, fortalecer la Alianza del Pacífico, una agenda positiva”.
El otro es que “quede un resentimiento en alguna de las dos partes, la que se va más perjudicada, y que esto genere un distanciamiento hasta que las cosas vuelvan a recomponerse”.
Los dos países, para los que el comercio es vital, promueven la Alianza del Pacífico, junto con Colombia y México, una plataforma regional de libre comercio.
También están en las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), con el que esperan engancharse al tren que pilotan los países asiáticos.
Además las inversiones de las empresas de ambos países en el otro superan los 20.000 millones de dólares.
“Hay demasiado dinero involucrado para que este fallo pueda poner en riesgo todo el trabajo que se ha hecho en ambos países”, dice Juan Carlos Fisher Tudela, presidente de la Cámara de Comercio Peruano-Chilena.
Informacion Publimetro.co