En el municipio de Villavieja al norte del Huila, entre el río Magdalena y la Cordillera Oriental, está la Tatacoa, un lugar que no es justamente un desierto, sino un bosque seco tropical. Una zona muy erosionada cruzada por cañones secos labrados por las riadas violentas que se forman transitoriamente en el invierno. Esta extraordinaria zona desértica y de yacimiento fosilíferos tiene una extensión total de 330 kilómetros cuadrados.
Las regiones más destacadas son: las Lajas, el Cuzco, el Cardón, Doche, San Nicolás, los Hoyos y la Venta. Curiosamente, su nombre también se lo dan en esta zona del departamento a las serpientes cascabel, a diferencia de otras regiones del país, en donde llaman tatacoas a unas culebras de color
negro e inofensivas.
Esta silenciosa región semiárida de aspecto fantástico está habitada por algunas familias que pastorean cabras y ganado vacuno y obtienen el agua de moyas que cavan en la tierra. La temperatura es alta durante el día y benigna durante la noche. La estación lluviosa corresponde a los meses de abril, mayo, octubre y noviembre y la estación seca se concentra en los meses de julio, agosto y septiembre. Junto con San Agustín y Tierradentro, la Tatacoa es uno de los destinos turísticos más destacados del Huila.
La vegetación predominante es del tipo herbáceo y arbustivo. Las familias más destacada son las cactáceas (el arepo, el cardon, la pitahaya roja y el cabecenegro). Bajo este suelo erosionado y poblado de cactus y arbustos de espinas, existen depósitos de fauna y flora correspondiente a especies de diversas épocas y periodos geológicos. Por las condiciones actuales del área se presenta una vegetación predominantemente
xerofítica y los suelos tiene diferentes grados de erosión.
En cuanto a especies se encuentran serpientes de cascabel, arácnidos (arañas y escorpiones), águilas, lagartos y comadrejas. En tiempos pasados se encontraban tigrillos. Los fósiles de moluscos, tortugas, roedores, armadillos y perezosos gigantes hallados por los científicos han llevado a plantear que la Tatacoa debió tener originariamente una flora exuberante, diversificada en especies y estratos arbóreos vegetales. Muchos de estos fósiles se pueden observar en el Museo Arqueológico que funciona en la capilla de Santa Bárbara, en Villavieja.
Las maravillas del cosmos se pueden contemplar gracias al moderno Observatorio Astronómico, a la cantidad de noches despejadas y a la poca humedad del aire de la Tatacoa o “Valle de las Tristezas”, como en 1538 llamó el conquistador Jiménez de Quesada a este paisaje.
En el momento no existe ningún tipo de infraestructura para el hospedaje, la única manera posible de estancia es acampar en fincas de particulares.
En la Tatacoa no hay restaurantes, pero hay algunas tiendas donde se consiguen productos para la estadía. Son de familias del lugar, las que prestan el servicio de alimentación con platos de la región a costos favorables.
No hay alojamiento, está en construcción, pero se acampa en las inmediaciones del observatorio y de las viviendas. En Villavieja hay restaurantes y almacenes, como servicio telefónico.
El Desierto … un “VIAJE POR EL COSMOS”.
El estudio y la investigación científica de las ciencias naturales no podría realizarse en un mejor escenario que el que ofrece el Desierto de la Tatacoa, pues además de la presencia de fósiles que atraen la investigación paleontológica, la geología, la geomorfología, la dendrología con la vegetación xerofítica, la climatología, la belleza del paisaje, la ornitología, entre otras, los turistas pueden contemplar las maravillas de la Cúpula Celeste, gracias a
la construcción del refugio turístico y de observación astronómica.
Y es aquí en donde, el Huila se fortalece al ser privilegiado con la ubicación geográfica del Desierto de La Tatacoa a 3º13′ de Latitud Norte y 75º10′ de Longitud Oeste, próxima al Ecuador Terrestre, debido a la curvatura de nuestro planeta, es decir, ubicado en un “balcón” natural. Privilegio, que unido a la cantidad de noches despejadas, a la mínima nubosidad y vapor de agua, se pueden observar las 88 constelaciones en las que se encuentra mapeado
el cielo, por lo tanto hacer un recorrido por los diversos objetos celestes como La Vía Lactea, cúmulos globulares, abiertos, Nebulosas, estrellas gigantes rojas, azules, fenómenos celestes como lluvias de meteoros. La luz zodiacal otro fenómeno visto solo en cielos muy despejados y producido por el resplandor de material polvoso situado en el plano del sistema solar. También es posible realizar la astrofotografía.
En fin, desde el Desierto se puede hacer un “Viaje por el Cosmos” gracias al moderno telescopio que posee el Observatorio Astronómico.
PALEONTOLOGIA
El hallazgo de desdentados como el Megatherium, el Gliptodont y el Stirtonia tatacoensis, revelan la existencia del Pleistoceno, mientras el descubrimiento de Ammonites (340 millones de años), Toxodon, Coprolites, Deinoterios, Notoungulata, Astropotherildae e Interatherildae (20
millones de años) nos llevan por lo menos al Cretáceo, Jurásico y Triásico.
Al finalizar el Cretáceo una faja inicial del ciclo tectónico andino provocó el levantamiento de la Cordillera Central y el alejamiento de los mares de la región que ocupa el valle de la Magdalena en el que se encuentra el Desierto de la Tatacoa. Muchos de estos fósiles se pueden observar en el Museo Arqueológico que funciona en la capilla de Santa Bárbara, en Villavieja.
MAPA DE UBICACION
Fuente : www.colombia.com, Interhuila