La selección Colombia no pasó del empate (1-1) ante la de Túnez, en un partido en el que los jugadores de José Pekerman merecieron más -sobre todo por las ocasiones creadas en el segundo tiempo- ante un rival rocoso que les privó desarrollar su juego habitual.
El cuadro cafetero probó con jugadores menos habituales ante un equipo eminentemente defensivo, con unas características muy similares a Costa de Marfil, rival de Colombia en la primera fase del Mundial de Brasil de 2014.
Colombia salió a convencer de que, a pesar de la baja de su estrella, Falcao García, su propuesta futbolística es suficientemente sólida para competir en el Mundial de Brasil.
Los dirigidos por Pekerman gobernaron los primeros latidos del duelo a través de posesiones largas, mientras los norteafricanos aguardaban en su área a la espera de que su rival perdiera balones en la zona ancha del campo para sorprender a la defensa rival con las cabalgadas de Wahbi e Isaam.
Cuadrado se sintió como pez en el agua para desequilibrar en la medular y conectar con el tridente atacante liderado por James Rodríguez.
Precisamente de los pies de Cuadrado llegó la primera ocasión del encuentro. El jugador de la Fiorentina recibió en la banda derecha y centró al punto de penalti para que Bacca rematara con un cabezazo que salió muy desviado de la portería de Farouk.
Pocos minutos después, el arquero tunecino fue el protagonista del penalti que le dio el primer gol a Colombia. James Rodríguez apareció en la media punta y sirvió una gran asistencia dentro del área a Ibarbo, que fue derribado de forma aparatosa por el guardameta cuando se preparaba a controlar el balón con el pecho.
James fue el encargado de transformar la pena máxima (min.20), mientras Ibarbo se dolía en la banda por un fuerte golpe en una cadera que lo obligó a dejar el terreno de juego. En su lugar entró Adrián Ramos, que dos años después de su último partido volvía a jugar con el cuadro ‘cafetero’.
Tras el gol, la clarividencia colombiana se ensombreció. Los tunecinos avanzaron su línea de presión e incomodaron la salida del balón de los de Pekerman. Las imprecisiones se multiplicaron y Túnez lo aprovechó para crear peligro.
Avisó primero Isaam con un inocente globo desde el área pequeña que despejó un atento David Ospina, quien hizo lo mismo con un disparo envenenado del central Sassi.
Menos acertado estuvo pocos minutos después el portero del Niza, quien no midió bien en un inofensivo centro de los tunecinos y dejó el balón franco para que Wahbi anotara el tanto del empate a puerta vacía (min. 35).
Tras el descanso, Colombia reaccionó. Con la entrada de Abel Aguilar, volvió a hacerse con el balón para que Cuadrado y James aparecieran en ataque, si bien les costó poner a prueba a Farouk.
En una de las pocas oportunidades cafeteras, el meta tunecino se dejó literalmente la cara para evitar el segundo gol colombiano. Ramos recuperó el balón en la media punta, condujo el balón y asistió en la banda derecha a Cuadrado, que no pudo cantar gol.
Con Colombia buscando la victoria, Túnez creó peligro a balón parado y en algún contraataque. En uno de ellos, Fakreddine recibió en la derecha y, cuando ya encaraba la portería de Mondragón, fue derribado por Amaranto Perea, que vio la segunda amarilla.
A falta de diez minutos, Colombia se quedaba con diez. Lejos de aguantar el empate, los cafeteros buscaron la victoria. La tuvo cerca en hasta tres ocasiones James, pero sus disparos no encontraron portería.
Colombia mereció más, pero aprendió que, si quiere demostrar un buen nivel en el Mundial, deberá mejorar la puntería y adaptarse a rivales incómodos como Túnez.
Informacion Eltiempo.com