La idea, de entrada, parecía funcionarle a Junior, que en los primeros 15 minutos se vio sólido e, incluso, tuvo la primera opción de gol, un remate de Toloza que exigió a Delgado. Pero Millonarios, que no encontraba el hueco con facilidad, empezó a probar con la fórmula de la media distancia y así le metió los dos primeros sustos al portero Sebastián Viera, primero, con un zurdazo de Ómar Vásquez desde el borde del área, y después, con un tiro de Oswaldo Henríquez, que el arquero uruguayo controló a medias.

Los últimos minutos de esa primera etapa fueron todos para Millonarios, que tuvo un par de opciones más, esas sí dentro del área: un centro de Máyer Candelo que rechazó mal Viera y sorprendió a Dayro Moreno, que le pegó de media vuelta con la pierna izquierda; la pelota se fue por encima. Y la otra, un remate de Henríquez tras un mal rechazo en un tiro de esquina y una tremenda volada de Viera.

En la segunda etapa, Millonarios apenas tuvo dos opciones: un tiro de Dayro Moreno al palo y un remate abajo de Lewis Ochoa, que tapó Viera. Y luego comenzó a tocar, tocar y tocar sin ninguna profundidad y Junior tuvo la forma más cómoda de llevar el partido hasta los penaltis.

Jossymar Gómez tiró la pelota muy, pero muy lejos del arco y parecía que la fiesta azul se prendía. Pero en el segundo cobro de Millonarios, Juan Esteban Ortiz la estrelló en el poste derecho. Respiración contenida de lado y lado. Delgado le atajó a Andrés Correa e, inmediatamente después, Rafael Robayo le regaló un balón a la Blue Rain. Hubo que llegar hasta la séptima línea de la lista de cobradores.

El turno fue de Hárrison Otálvaro, que la quiso asegurar, duro y arriba. Pero lo único que se oyó fue el ‘clank’. La pelota pegó en el horizontal y Junior, que se defendió bien, está en la final. Y Millonarios, resignado, deberá esperar hasta diciembre.

Informacion Eltiempo.com