El partido iba 1-0. 15 minutos del segundo tiempo. Nacional atacaba sin compasión. En su estadio, en Medellín. Santa Fe aguantaba con angustia. Así iban a penaltis. Fue cuando Jéfferson Duque, el atacante del verde, apareció para impedirlo.

Su gol, el segundo del juego, embistiendo y anticipando a los zagueros ‘Cardenales’, significó el 2-1 global. Santa Fe se desmoronó. Nacional de nuevo está en la final de la Liga. Vea aquí la galería de fotos, con las mejores imágenes del partido entre Nacional y Santa Fe.

El verde llegó al juego golpeado, herido por su traspié en Copa Libertadores y por su derrota en Bogotá en la ida 1-0. Y mostró desde el comienzo un deseo de reivindicación. Atacó en multitud. Se adueñó de la pelota. Ni siquiera se dejó intimidar por un primer minuto intenso de Santa Fe, que tuvo una opción fallida con Copete.

Esa oportunidad fue una ilusión. Santa Fe no tuvo la intención de atacar; más bien, la de defenderse, de esperar. Había ganado la ida. Tenía esa mínima ventaja. Tenía que aguantar. La necesidad era de su rival. Nacional, fiel a ese principio, a esa obligación, comenzó a gestar sus goles. Tuvo intentos fallidos. Un cabezazo de Bocanegra que devolvió el vertical izquierdo; un remate de media distancia de Cardona que zumbó el travesaño, otro de Valencia que pasó cerca del vertical…

Iban 24 minutos. Santa Fe respiraba con asfixia, aguantaba con presión. Sus defensas y sus volantes estaban a kilómetros de distancia. Había huecos. Cráteres. Pero eran finalistas. En medio de ese intento de juego defensivo, tuvo opciones. Copete, el mejor, el más corajudo, tuvo tres. El remate inicial que le evitó Armani, otro que también contuvo el portero, y uno a quemarropa que golpeó a Meza, su compañero.

25 minutos. El bloque cardenal estaba fracturado y se rompió por completo. Sherman Cárdenas provocó el derrumbe. Metió un pase de los que mejor conoce, sutil, preciso, al vació, por la derecha de Santa Fe. Ahí no estuvieron ni Meza, ni Otálvaro, ni Pacheco, quien no evitó el pase; solo estaba Arias, quien atinó a observar cómo Valencia pasaba a su espalda como una exhalación y, de primera, sin ángulo, casi contra la raya final, cayéndose, punteó el balón hacia el arco. El gol era muy improbable. Pero Vargas, el arquero tantas veces héroe, vio cómo la pelota entró por el palo que él debía cuidar. El suyo. Gol. 1-0. Serie igualada.

Nacional no se conformó. En la segunda parte no bajó su ritmo frenético. Cardona tuvo dos remates que hicieron volar a Vargas, herido.

Minuto 15 de la parte final. Serie igualada. Santa Fe no pudo aguantar más. Sherman para Valencia, quien centró al área, y Duque, el tantas veces salvador, el mismo que le anotó a Santa Fe en la final del 2013, fue al balón, se anticipó, y gol. 2-0, 2-1 global.

El resto es anécdota: los esfuerzos de Santa Fe por evitar una catástrofe peor o la expulsión de Cuero por protestar; y los intentos de Nacional por hacer más imponente su victoria. Fue superior y otra vez va a la final.

Informacion Eltiempo.com