Domingo, 20 de Abril del 2025
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El agro colombiano, tras la ruta del mercado global

Publicado el 20/06/14

Sí es posible que los pequeños productores del campo se vuelvan exportadores.

Physalis-uchuva-Fruit

Más de 50 pequeños agricultores, agrupados en la Asociación de Productores y Comercializadores de Pitaya y otros productos agrícolas tropicales (Asopitaya), lograron exportar y superar las dificultades económicas y sociales.

Desde el Valle del Cauca han comenzado a conquistar los paladares de los japoneses. También están presentes en España, Canadá, Alemania, China, Singapur, Indonesia y próximamente Estados Unidos y Chile.

¿Cómo lo hicieron? Sandra García Román, gerente general de la Asociación dice que esto se logró “generando confianza y aprovechando las oportunidades de recursos, educación y planificación. Y claro, con constancia y perseverancia para enfrentar los retos que el mundo nos está mostrando”.

Ha sido una labor de 13 años. Asoppitaya se enorgullece de ser una de las primeras organizaciones de base social que exporta a Japón, un mercado que está dispuesto a pagar un precio alto por las frutas exóticas.

Llegar allí ha significado momentos difíciles, en especial el de reabrir las puertas de este destino que en los años noventa cerró sus fronteras al país por detectar larvas de mosca en algunos embarques de pitaya colombiana.

Ese reto empujó a la empresa a reconquistar los paladares asiáticos. “Japón fue el primer país donde realizamos una exportación directa en 2010”, explica la gerente de la firma.

Buena parte de estos resultados se han conseguido gracias al apoyo del Programa de Oportunidades Rurales del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), el cual, desde el 2007, tiene el objetivo de disminuir la pobreza rural a través del incremento del empleo, de los ingresos de las familias más pobres y de la competitividad de las microempresas rurales. El Programa ha apoyado a más de 1.700 organizaciones de base y ha asignado más de 56.000 millones de pesos para ejecutar planes de inversión en los ámbitos de desarrollo empresarial, productivo y comercial, con lo cual se han beneficiado a más de 47.000 familias en 27 departamentos.

“Tras un proceso de mejoramiento en los aspectos organizacionales, comerciales y de direccionamiento estratégico de la Asociación, el Programa de Oportunidades del MADR nos abrió además las puertas de nuevos horizontes comerciales y nos ha mostrado en el panorama nacional como una escuela de buenas prácticas, lo que nos ha permitido llegar a otras entidades de apoyo”, señaló la gerente.

UCHUVA, LA ‘VACA LECHERA’ DE 400 AGRICULTORES

En la vereda La Granja, situada en Zipaquirá (Cundinamarca), está la firma que más compra uchuva en el mundo. Su nombre es Terrafertil, una pequeña empresa que desde hace tres años ha vendido sus bondades nutricionales. Colombia es el primer país productor de esa fruta. En el caso de Terrafil, de la uchuva depende la subsistencia de cerca de 400 agricultores que venden su cosecha a esta pyme. Luego, esta es convertida en jugos, barras de energía, snacks y otros productos saludables que se comercializan en Latinoamérica, Europa y Asia.

Colombia exporta uchuva fresca con capacho desde hace 25 años, es líder en los mercados internacionales y cuenta con un futuro promisorio.

Sin embargo, son pocos los que le han invertido tiempo, dinero y esfuerzo a productos trasformados desde el origen. Hugo Quiroga, gerente de Terrafertil, es el abanderado de este tema y ha creído en una fórmula que contiene calidad, innovación y fomento del consumo.

En ella también han creído los cultivadores de Cundinamarca, Boyacá, Tolima, Antioquia y Nariño. Ellos son los proveedores y a quienes la empresa compra 2.000 toneladas anuales de fruta. Son agricultores que generalmente poseen una hectárea sembrada, pero que han aprendido a profesionalizar su cultivo de la mano de los técnicos que Terrafertil envía para cuidar la trazabilidad de su producto estrella y al que, además, denominan ‘vaca lechera’, pues todas las semanas hay cosecha.

No obstante, se necesitan muchos más de estos visionarios, pues –según la proyección de crecimiento de Terrafertil– espera doblar la producción para cumplir con las necesidades de sus clientes en el exterior.

UN MODELO A SEGUIR

Con el tiempo y gracias a la participación en las ferias mundiales más importantes de alimentos procesados, apoyados también por Proexport, Terrafertil comprendió que podía ir un paso adelante y llegar también al consumidor final. Bajo la marca Terrafertil Nature’s Heart, ha estimulado un mercado estable con su portafolio de más de 50 referencias.

“Como país debemos identificar nuestras fortalezas, así como lo hizo Chile en la especialización de algunos productos agrícolas. En el caso colombiano, la oportunidad está en la uchuva, por lo que es necesario potencializar el cultivo y apoyar a los productores para que sean más eficientes y rentables”, explicó el directivo.

Además de garantizarles la compra de la cosecha, la estrategia con sus socios, como llama a los cultivadores, ha consistido en incentivarlos para que crezcan a través de buenas prácticas agrícolas. En dos casos particulares con asociaciones de Ventaquemada (Boyacá) y Urrao (Antioquia), otorgándoles crédito para sus proyectos productivos.

Terrafertil es un ejemplo de cómo la tierra se vuelve generadora de riqueza en un concepto de alianzas estratégicas y de cómo los más grandes acompañan en su gestión a los pequeños.

Informacion Portafolio.co



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