Los delegados de las Farc en Cuba anunciaron que aún no tienen información sobre el secuestro del general Rubén Dario Alzate.
El vocero de la guerrilla, Pastor Alape, dijo que sobre el medio día de este martes ofrecerán una nueva rueda de prensa de acuerdo a la información que llegue porque “aún no tenemos nada en concreto sobre el tema”.
“No sabemos (si el frente 34 de las Farc tienen al general) y seguramente todo lo que implican operativos en la zona hacen más difícil que las comunicaciones puedan hacerse con rapidez”, manifestó.
Al ser cuestionado por los periodistas sobre el posible papel que puedan ofrecer los delegados guerrilleros para ayudar a la liberación de los militares secuestrados, Alape dijo que “nosotros en la mesa no tenemos potestad para liberaciones”.
“A nosotros nos dieron una tarea exclusiva de hacer todos los esfuerzos para que el proceso avance hacia un acuerdo final y lo que pase en Colombia hay que resolverlo en Colombia necesariamente…si se llegara a confirmar la información habría que buscar un mecanismo para que en el país se resuelva. Lo que de pronto la mesa podría hacer es que facilitarlo pero la mesa no está comprometida en resolver esas situaciones porque tenemos un mandato concreto de buscar un acuerdo”, explicó.
En el mismo sentido, el jefe guerrillero pidió al presidente Juan Manuel Santos tener en cuenta que cuando se iniciaron los diálogos de Cuba se dejó claro que “nada de lo que ocurriera en el país afectaba la mesa”.
“Aquí se establecieron unas normas cuando se iniciaron las conversaciones…nada de lo que ocurriera en el país afectaba la mesa; debemos entonces comprometernos en eso porque el problema no es fácil y me parece que tenemos que convocar al país para que el proceso avance y se vuelva a reiniciar lo más pronto posible”, recalcó.
Comunicado de las Farc
La Delegación de Paz de las FARC-EP manifiesta su sorpresa por el anuncio del Presidente Santos de suspender las conversaciones de paz de La Habana.
El proceso de paz, cuyos avances han activado la esperanza de la reconciliación, no puede arriesgarse con determinaciones impulsivas. Para asombro del mundo, esta decisión la toma un gobierno que ha negado, tozudamente, la posibilidad de que el proceso de paz se desenvuelva en medio de una tregua o armisticio que ayude a desescalar el conflicto. La posición de dialogar bajo el fuego, cada día arrastra mayor insensatez.
Esperando que cesen las incoherencias del gobierno, que con constancia reitera que lo que ocurra en el territorio colombiano no tiene por qué afectar la Mesa, seguiremos en La Habana trabajando por la paz y dispuestos a continuar las conversaciones, atendiendo a lo convenido en el Acuerdo General de La Habana, donde se establece que las “conversaciones serán directas e ininterrumpidas”. Queremos que este impase sea resuelto lo más pronto posible para que el proceso siga avanzando sin sobresaltos hacia el acuerdo final.