El presidente Barack Obama presentará este jueves en la noche los decretos para reformar el sistema migratorio estadounidense, un paso esperado por millones de inmigrantes indocumentados, en su mayoría latinoamericanos.
Obama no dio detalles, pero funcionarios han sugerido que la orden podría otorgar a los padres indocumentados de niños que sean ciudadanos estadounidenses o con permanencia legal (green card) papeles que les permitirían, de manera temporal, evitar ser deportados, así como trabajar y viajar legalmente.
Esas medidas podrían beneficiar a unos 5,2 millones de los 11,2 millones de inmigrantes indocumentados que se estima viven en Estados Unidos -en su mayoría mexicanos-, según cálculos del centro de análisis Migration Policy Institute.
Según el secretario de Seguridad Interior, Jeh Johnson, el presidente también decretará reformas a la seguridad fronteriza. “Lo que voy a exponer son las cosas que puedo hacer en el marco de mi autoridad como presidente, para que el sistema funcione mejor”, dijo Obama.
Al confirmar este miércoles su intención de actuar por su cuenta, Obama lanzó el guante a los opositores republicanos, que pronto amenazaron con demandarlo, paralizar sus nombramientos o librar agotadoras disputas por el presupuesto para impedir la puesta en práctica de los decretos que anunciará el jueves ante la inacción del Congreso en inmigración.
En junio de 2012, Barack Obama puso en marcha una versión de este plan para los jóvenes, llegados antes de los 16 años a Estados Unidos y con menos de 31 años en junio de 2012, presentes desde al menos cinco años, sin condenas graves y bajo la condición de poseer un diploma equivalente al bachillerato.
Cerca de 600.000 inmigrantes ilegales recibieron un permiso de trabajo renovable por dos años por esta vía al 30 de junio de 2014, sobre cerca de 1,2 millones de personas que responden potencialmente a los criterios. El número de personas que se podrían beneficiar de los decretos dependerá de criterios elegidos por Obama, como por ejemplo, el tiempo de presencia sobre el territorio.
Monarca
Un proyecto de ley apadrinado por Obama y aprobado en junio pasado por el Senado -entonces controlado por los demócratas- contemplaba una vía a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados, pero los republicanos, mayoría en la cámara baja, bloquearon toda votación en la cámara baja.
Desde entonces, el Senado cayó también en manos de los adversarios del presidente, que se oponen a dar “amnistía” a los indocumentados y rechazan cualquier intento de la Casa Blanca por esquivar el Congreso.
“Si actúa con un decreto ejecutivo, el presidente Obama no estará actuando como presidente, sino como un monarca”, escribió el senador republicano, Ted Cruz, uno de los más acérrimos críticos del gobierno en el Congreso, en un artículo. Los abogados de la Casa Blanca aseguran que Obama tiene facultades constitucionales para decretar las medidas y el vocero gubernamental, Josh Earnest, señaló que el caso no es escaso de precedentes.
“Presidentes desde Eisenhower, Kennedy, Johnson, Nixon, Reagan y los dos Bushes dictaron medidas”, dijo, en referencia a anteriores enmiendas puntuales al sistema migratorio.