Resulta difícil imaginarse que un niño de 8 años se enamore, más que de montar en bicicleta, de repararlas, arreglarlas y pintarlas. Esto le pasó a Jorge Ropero, quien a esa edad ya estaba seguro de a qué se iba a dedicar toda su vida: ser mecánico de bicicletas.
Hoy, a sus 64 años, sabe que aquella pasión, que nació el día que llegó al barrio Galán de Bogotá, no se quedó en un simple deseo de niño. Su sueño de ser mecánico de bicicletas y de tener su propio negocio ya es una realidad. Lo logró luego de haber estado 14 años haciendo trabajos de reparación en la ciclovía, en la carrera 7.ª con calle 34.
“Yo me hacía debajo de un paradero de lámina, con mis herramientas, desde las 7 de la mañana hasta las 2 de la tarde”, cuenta.
Este hombre, padre de tres hijas, se hizo popular entre los biciusuarios.
Gustavo García, de 73 años y quien es dueño de una bicicletería y cliente fiel de Ropero, lo describe como el maestro de las “bicicletas nacionales e internacionales”.
“Lo busco cuando tengo trabajos complicados o cuando alguien necesita un diseño especifico”, afirma García. Y fue gracias a ese talento como logró abrir su taller, Ciclopartes, en la carrera 17 n.° 13-30. “Me la paso en el taller más que en la casa, y acá me voy a morir”, afirmó.
Pinturas, cambio de barras, centrada de rines, reparaciones y todo tipo de trabajos de mecánica realiza Ropero en su taller, con la ayuda de su esposa y de tres mecánicos más.
A veces pasa por la calle 34 a visitar a su sucesor, Ómar Pinzón, un joven mudo que va con su esposa a este punto de la ciudad para no dejar morir el legado que le dejó Ropero: un gran amor por la mecánica de bicicletas.
Apuntes de mecánica
Hacer mantenimiento cada tres meses.
Darles un buen trato a las bicicletas.
Cambiar los rodamientos de las llantas de las bicicletas después de bastante tiempo de uso.
Revisar el desgaste de las llantas para quitar las piedras incrustadas.
Limpiar bien la cadena antes de engrasarla.
Hacer ajuste de frenos.
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