El primer grupo de 50 presos que estuvieron hacinados en las Unidades de Reacción Inmediata (URI) y comandos de Policía en Bogotá ya llegaron a la cárcel La Picota.
Este martes empezó a regir el acuerdo entre el Gobierno Nacional y los sindicatos del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) bajo el cual se levantó el paro que por cinco meses adelantaron algunos miembros de esa institución.
Se espera que más de 3.500 presos sean trasladados paulatinamente a los distintos centros penitenciarios del país; un procedimiento que podría tardar varios días, según fuentes del Inpec.
Además, quienes durante el paro fueron cobijados con el beneficio de prisión domiciliaria podrán ser trasladados finalmente a sus hogares.
Esto acabaría con la emergencia sanitaria para más de 1.300 personas que se encuentran detenidas en Bogotá, según cálculos de la Defensoría del Pueblo.
De acuerdo con esa entidad, la URI de la localidad de Ciudad Bolívar, aunque con capacidad para 55 detenidos, alcanzó a albergar hasta hoy 114 personas, entre ellos dos epilépticos y un paciente psiquiátrico.
Una situación similar se registró en la URI de Kennedy –con la misma capacidad–, que tiene 170 reclusos. Para la Defensoría, la situación más apremiante es la de la estación de Policía del aeropuerto El Dorado, que tiene 91 detenidos, entre ellos cuatro infectados con VIH.
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