La devaluación del peso frente al dólar, que en los últimos 90 días acumula más del 16 por ciento, encarecerá entre 5 y 10 por ciento los productos escolares importados en el país.
Esa es la estimación de Fenalco Bogotá-Cundinamarca para el alza de precios del material de estudios, al iniciarse la mayor temporada de compras escolares del año y que hace parte de lo que coloquialmente se conoce como ‘la cuesta de enero’, la cual se prolonga hasta el 15 de marzo. Según un sondeo realizado por el capítulo regional del gremio entre los padres de familia, la decisión de compra de los útiles educativos está prácticamente determinada por el precio, que pesa un 37 por ciento; el gusto por el diseño y los diferentes motivos que traen los elementos escolares, el 21 por ciento, y en tercer lugar la calidad, con el 20 por ciento.
De acuerdo con ese ejercicio, la fase preescolar (jardín infantil) es la que demanda las mayores compras de materiales, 51 en promedio, con valores que se mueven entre 111.987 y 261.390 pesos, dependiendo de la marca y el lugar donde se adquieren.
No debe pasarse por alto el hecho de los abusos que cometen muchos jardines infantiles y colegios en los primeros años de estudio, con listados de útiles donde piden elementos que golpean duramente los presupuestos hogareños. (Lea: Santos pide denunciar abusos de colegios en listas de útiles escolares)
El capítulo regional del gremio de los comerciantes señaló que para el grado cuarto de primaria se piden, en promedio, 44 materiales, cuyo costo puede oscilar entre 101.673 y 281.000 pesos, mientras que en el grado octavo, en secundaria, la cantidad baja a 33; su costo se mueve entre 93.847 y 255.667 pesos.
En la búsqueda de sacarles el mayor jugo a los recursos destinados para la compra de útiles escolares, no deja de llamar la atención que la cuarta parte de los padres de familia acudan a las papelerías de barrio y una porción igual a zonas especializadas, como San Victorino (en la zona central de la capital colombiana), seguidos por los grandes almacenes de cadena (23 por ciento) y las ventas directas que realizan los establecimientos educativos (16 por ciento).
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