En los dos últimos años, el Banco de la República puso en circulación 233,7 millones de piezas en la moneda de 1.000 pesos. Pero esta denominación sigue escaseando para dar cambio en las tiendas, supermercados y en los peajes porque se están quedando, sobre todo, en las alcancías.
Por ello, la Fábrica de la Moneda ya comenzó a producir 222 millones de monedas de mil previstas para este año (es decir, 222 mil millones de pesos en esta denominación) y está pendiente de recibir en las próximas semanas 11 millones de piezas de igual valor, importadas de Eslovaquia.
Según el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Humberto Botero, si bien es cierto que la falta de esta denominación en el mercado no es tan crítica como el año pasado, la moneda sigue escaseando, porque la demanda es de tal magnitud que lo emitido por el Banco no alcanza a cubrirla y, como la moneda de 1.000 es bonita, a la población le gusta guardarla.
“En un país donde la inflación se volvió baja –agregó–, el incentivo para el ahorro en una institución financiera es mínimo y lo llevan más bien a las alcancías. La gente está guardando así la plata en una forma impresionante”.
Quizás donde está observándose más el problema por la falta de esta moneda es en los peajes, donde, dijo Botero, “está presentándose congestión, especialmente con las tractomulas”.
La dificultad está también en que, al escasear la moneda de 1.000, empiezan a demandarse otras denominaciones (de 500, 200 y 100) para completar el cambio por el citado valor.
La moneda de 1.000 es insuficiente en ciudades como Bogotá, donde su uso es alto y fue “grande” a finales del año.
“Aquí llega una que otra monedita de 1.000 y cuando uno la entrega como cambio, la clienta lo primero que dice es que la va a guardar porque es bonita y de pronto se acaba”, expresó Claudia Arroyo, empleada de un supermercado en el sector de Engativá.
Para el Banco de la República, la demanda de esta moneda se ha afectado por “el atesoramiento que se estaba haciendo de ella en alcancías”, pero la situación de la moneda en general se ha venido normalizando, desde finales del 2014, con las medidas que tomó: aumento en su producción, importación de más moneda y recirculación de excedentes que tenían algunas entidades financieras, los cuales se trasladaron a las ciudades deficitarias.
Además, apuntó, “algunos ciudadanos han comenzado a traer sus alcancías al Banco para cambio de billetes, lo que indica que la moneda está recirculando”.
La moneda circulante
En el país, al cierre del 2014 había en circulación 1,2 billones de pesos en monedas de distintas denominaciones, que corresponden a 5.059,2 millones de piezas.
Desde el 2012, cuando comenzó a emitirse la nueva moneda de 1.000, hasta el pasado 23 de enero, el Banco ha fabricado y emitido 241,5 millones de piezas, de las cuales puso a circular 233,7 millones. “Esto significa que hay un inventario de 7,8 millones de piezas de moneda disponible para entrar a circular en la medida en que se reciban solicitudes”, indicó el emisor.
Además, el año pasado puso a recircular 46 millones de billetes de 1.000 y el Banco reiteró su compromiso de que este año producirá nuevos billetes de este valor.
EL TIEMPO