Siete jóvenes que tenían todo comprado para entrar a la Policía como alumnas en la Escuela de Vélez, departamento de Santander, no pudieron ingresar porque en una decisión de última hora la institución decidió que no estaban admitidas, dejándolas con todos los elementos comprados.
“Cuando a mí me dicen usted está apta y preséntese el lunes (26 de enero) en la escuela, estoy totalmente segura”, dijo Estefanía Figueredo, una de las jóvenes afectadas, quien agrega que incluso le indicaron dónde conseguir un listado de elementos que debía llevar el día de la presentación. Todo lo comprado “suma por ahí unos 6 millones de pesos; con el computador, el módem, transportes, chaqueta, códigos, maletas, ropa interior, entre otros”, señaló.
Jénnifer Jaimes, otra de las aspirantes quien dice retiró su dinero del Fondo Nacional del Ahorro para cumplir su truncado sueño, además se cortó el pelo para cumplir con los requisitos. “Yo no me iba a cortar el cabello porque me dio la gana, no, yo me corté el cabello porque se me exige en la lista para ingresar a la escuela”, aseguró.
La Policía anunció que ante la gravedad de las denuncias la subdirectora de la institución, la general Luz Marina Bustos, asumirá la investigación de rigor y notificó que se abrió un proceso administrativo interno para tomar correctivos frente a los funcionarios que habrían propiciado confusiones.
La dirección de incorporaciones a su vez manifestó que se contemplaría devolver el dinero consignado por las aspirantes, el cual supera un millón doscientos mil pesos; pero que la Institución no se puede responsabilizar por los elementos comprados por las jóvenes.
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