Ante la posibilidad cada vez más cercana de que salga al mercado el billete de 100.000 pesos, la Asobancaria señala que esta medida resulta inconveniente en las condiciones actuales.
Si bien reconoce que hay espacio para moneda de más alta denominación, y que esto ayudarÃa a reducir los gastos de imprenta, señala que son más los efectos perjudiciales.
El gremio señala que un billete tan grande incentiva el uso del efectivo y no ayuda a reducir los niveles de informalidad en el movimiento de recursos, y limita los controles ante las actividades ilegales.
Igualmente, considera que incentiva que se realicen transacciones de alto valor en efectivo, lo cual se convierte en un canal para la evasión.
Todas estas situaciones, dice Asobancaria, no ayudan tampoco a reducir los costos de transacción ni a la inclusión financiera, pues usar el efectivo cuesta hasta 3 veces más que los canales electrónicos.