Las 97 motos eléctricas de la Policía Metropolitana, adquiridas por el Distrito mediante una polémica contratación directa y que entraron a operar hace año y medio, ya presentan toda clase de fallas.
De hecho, 37 están fuera de servicio desde finales del año pasado y las restantes tienen problemas técnicos y mecánicos, lo que puso en riesgo los casi 4.000 millones de pesos que giró el Fondo de Vigilancia y Seguridad por estas motos, en agosto del 2012.
Los automotores que están fuera de servicio –y que impactan el normal trabajo de los policías– “tienen ruptura de chasis, rompimiento de la banda de arrastre, siniestros, fallas electrónicas, entre otras”, según una advertencia realizada por la Contraloría Distrital al alcalde Gustavo Petro, quien defendió en su momento dicha adquisición.
Las motos que están operando, no obstante, “presentan serios problemas técnico mecánicos, fallas electrónicas, por lo que no prenden fácilmente y se apagan en movimiento”, según el dictamen de los investigadores de la Contraloría.
Además, señalaron que tienen “inversión de la polaridad, lo que ocasiona que den marcha hacia atrás” y no les funcionan la sirena y los amortiguadores son defectuosos.
Por si fuera poco, según la inspección realizada, esas motos también presentan fallas en las luces direccionales y tienen el sillín desprendido, entre otros problemas.
Este polémico contrato del FVS, denunciado por EL TIEMPO, fue firmado el 29 de agosto del 2012 por el entonces gerente de la entidad César Augusto Manrique Soacha.
Sin convocar a una licitación pública, mediante una compra directa, el FVS le adjudicó el contrato a ‘dedo’ a la firma North Bound Technologies S. A. Las motos son marca ZERO.
Extraña coincidencia
En febrero del 2013, este diario reveló que el 6 de agosto del 2012, en un acto en la plaza de Bolívar, el alcalde Petro anunció la compra de las motos eléctricas.
Ese día, en la ceremonia, estuvo presente el representante legal de North Bound Technologies S. A., Carlos Andrés Vaca Jiménez, quien hizo una demostración de ese tipo de vehículos. Ninguna otra compañía fue invitada al evento.
Luego, 22 días después, North Bound Technologies S. A. se quedó con el cuestionado contrato.
Falta de mantenimiento
La Contraloría sostiene que las fallas en las motos eléctricas son fruto de la “falta de mantenimiento especializado tanto preventivo como correctivo”.
“El FVS no cuenta con un programa que le permita conocer el estado mecánico en que se encuentra dicho parque automotor”, sostuvo la Contraloría.
Este jueves, en diálogo con EL TIEMPO, el actual gerente del FVS, Máximo Noriega, reconoció las fallas de las motos y dijo que esta situación fue puesta en conocimiento por la propia Policía, a finales del año pasado.
Incluso, Noriega anunció que, debido a todos los problemas que se han presentado, el Distrito frenó la compra de más motos eléctricas, ya que alistaba la adquisición de otro grupo de 100 de estos vehículos.
Noriega también informó que la garantía de las motos vence en junio de este año y afirmó que han tenido problemas porque en la ciudad no había talleres acondicionados para reparar este tipo de motos.
“Tenemos que evaluar bien todas las recomendaciones de la Contraloría”, sostuvo Noriega.
También señaló que en Bogotá hay una ‘guerra’ en el mercado de las motos para la Policía, entre aquellos que ofrecen tecnologías eléctricas y las tradicionales de gasolina.
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