El desborde de música que significó la Coronación de la Reina del Carnaval, Cristina Felfle, se presagiaba desde temprano.
Diez minutos antes de las 8 p.m., Alejandro Palacio dio el primer anuncio con una presentación vallenata de media hora, antes de darle paso al popurrà musical de La Nómina del Pin.
Pero el verdadero ‘Realismo mágico’ empezó a las 9:20 de la noche, cuando las carrozas comenzaron a construirse sobre las pantallas led dispuestas en el escenario y la vida dancÃstica llegó junto a unos obreros de azul y amarillo, con plumas, flores, pinceles y pétalos, el inicio de una Creación sin igual: el vestido de Su Majestad Cristina Felfle Fernández de Castro.
Ella, reina y señora, arribó al escenario sobre una plataforma vestida de una larga pollera, el inicio de un idilio con la cumbia en la tarima del Romelio MartÃnez.
“Cristina ven…prende la vela”. Ella llegó porque el mapalé la llamó. Una clase magistral de movimientos.
Siguió el encanto con lo negro y se hizo Palenque, con una Cristy muy blanca con su vestuario, que repartió alegrÃa -literalmente- en el escenario y se unió a las morisquestas del son de negro.
“Buenas noches presidente”… el llamado de los garabatos; “¿De qué me disfrazaré?” Pues de Mohicano, con el Rey Momo, el invitado especial del ‘show’.
Un ‘Te olvidé’ eléctrico y electrónico fue el pretexto pa’ que Cristy bailara con ‘La punta el pie’ y, un mix de bugalú.
Ahà sà ‘espelucó’ la cosa, con electrónica a bordo para subirle la ‘Adrenalina’ al espectáculo.
Plumas, tocados, brillo y destellos
La fantasÃa se desplegó en el escenario en el segmento que recordó a las verbenas y la terapia pegajosa.
Corrió Cristina a ponerse su vestido de ‘Diosa de la FantasÃa’, diseñado por Alfredo Barraza, pero no dejó el escenario del todo, porque se quedó en la pantalla comandando la fiesta, como lo hizo durante todo el acto a través de los led.
Volvieron las paletas y los pinceles, ya hechos fantasÃa en el traje.
Entraron las plumas, y con ella, la soberana del Carnaval con una corona de ensueño, que recibió de manos de MarÃa Margarita Diazgranados, su sucesora.
Cantó el Himno de Barranquilla, ‘Te olvidé’ y ahà sà que se olvidó de lo usual.
Cristina, con su diadema en la cabeza, se subió a una grúa para desfilar por el aire, por primera vez, con su distinción como reina.
Saludó a más de 10 metros de altura. “De hoy hasta el Miércoles de Ceniza -decretó- esto es pura gozadera”. Fue una coronación por lo alto. Nadie lo duda.
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