Dedicación, innovación, perseverancia, pero sobre todo amor por educar son palabras que salen del discurso de los profesores y directivos de los colegios que quedaron en los primeros lugares de calidad, luego de que el Ministerio de Educación decidió medir qué tanto mejoraron en 2014.
Eso pasó gracias al Índice Sintético de Calidad Educativa, el cual ha logrado que varios planteles se pongan en sintonía con el futuro de la educación en el mundo.
En el caso de los colegios públicos de la capital del país, todos tienen logros obtenidos más allá de la infraestructura, muchos con recursos escasos, con solo la decisión de sus directivas de “sacarla del estadio”.
Ese es el caso del Colegio Femenino Lorencita Villegas de Santos, el primero en solo una lista de varios planteles de diferentes localidades de Bogotá que sobresalen por sus logros en primaria, media y secundaria.
Así mismo, se destacan los alcances de los colegios privados, muchos de los cuales tienen trayectorias históricas de su trabajo dedicado en la búsqueda de una buena educación.
Hoy no solo fueron medidos por las Pruebas Saber sino que el Gobierno decidión fijar su vista en cuatro componentes: progreso, desempeño, eficiencia y ambiente escolar. Los dos primeros se determinaron a partir de las tradicionales Pruebas Saber; el tercero, del sistema de matrículas del MEN y el último, de los cuestionarios anexos de factores asociados que diligencian los estudiantes de quinto y noveno cuando se presenta el examen. Sus historias son la prueba fidedigna de que sí se puede mejorar.