Imagine un albergue como La Perla, donde hoy están 1.300 perros y gatos que fueron abandonados o maltratados en Medellín, con nuevas reglas de juego: cualquier animal que no sea adoptado en 30 días deberá ser sacrificado.
Pues eso es precisamente lo que se propone en el proyecto de Nuevo Código de Policía que se discute en el Congreso de la República.
El artículo 158 contempla que cualquier animal que sea visto en lugares públicos o que ingresen a predios privados sea llevado a un lugar acondicionado por cada municipio, donde se dará un plazo de un mes para que aparezca su dueño o sea dado en adopción.
Como era de esperarse la propuesta no agradó a los defensores de animales y en el concejo de Medellín expidió un comunicado en el que rechaza la propuesta argumentando que el exterminio de animales inocentes como método de control de población demuestra la incapacidad de una sociedad para solucionar un problema que ella misma creó.
“Es cruel, facilista, inhumano y criminal que se haga una propuesta como esa cuando tenemos modelos exitosos como el de Medellín, en donde se respeta la vida de los animales”, aseguró el concejal animalista Álvaro Múnera.
MEDELLÍN DEBE SER MODELO
Por cada animal callejero que hay en Medellín, hay aproximadamente 500 en Bogotá. De ellos, en la capital del país se sacrifican unos 20 mil al año, mientras que en ciudades como Cali esa cifra llega a siete mil.
“En Medellín hemos impulsado la adopción a gran escala sin matarlos y somos la ciudad que menos animales en estado de abandono tiene el país”, dice la misiva que será difundida el próximo lunes y en la que se invita a congresistas y gobierno nacional a conocer el modelo local para replicarlo en todo el país.
Y es que en lo que va corrido del año ya se han logrado unas 250 adopciones de animales en La Perla, un centro que entre sus estrictas condiciones exige que toda la familia esté de acuerdo con la adopción y que haya un lugar adecuado para mantener el animal en la casa a donde vaya a ser llevado.
EL PROBLEMA DE LOS CRIADEROS
Hace algunos meses se aprobó en la ciudad el Plan de Desarrollo Territorial, POT, que contempla nuevas normas para mejorar las condiciones de vida de los animales de Medellín.
La primera medida que contempla, y tal vez una de las de mayor impacto es la prohibición de la venta callejera de animales en la ciudad. “Ni gallinas, ni perros, ni pollos vivos, ni ningún otro animal podrá ser vendido en las calles”, explicó Múnera.
La prohibición se extiende también a tiendas por departamentos o grandes superficies, dejando así esa tarea solamente a las tiendas de mascotas y clínicas veterinarias.
“Para ellos la ley también trajo cambios: no podrán tener animales exhibidos por más de 45 días y con espacios mínimos para su estadía. Es decir, se acaban las vitrinas estrechas y los rincones inadecuados”, agregó el concejal Álvaro Múnera.
A partir de la entrada en vigencia de la norma, las clínicas y tiendas tendrán un plazo de un año para adecuar sus instalaciones y ubicar además, junto a los lugares de exhibición de los animales, letreros que inviten a adoptar en La Perla. De no hacerlo, serán cerrados por las autoridades competentes.
A partir de la expedición del POT es ilegal tener un criadero de cualquier tipo de animal en el casco urbano de la ciudad.
ADECUARÁN LA PLAZA MINORISTA
Desde el año pasado la Plaza Minorista de Medellín pasó a ser responsabilidad del municipio. Allí funcionan 14 establecimientos dedicados a la comercialización de animales e insumos para sus crías, pero en la mayoría de los casos se trata de locales muy pequeños y con bajas condiciones de sanidad. Por eso, el municipio liderará un plan para que en menos de un año estos locales amplíen sus espacios hasta 20 o 40 metros cuadrados y se establezca una caseta de policía para su control.
adn