La tuberculosis tiene en alerta a las cárceles de Itagüí, Bellavista y Pedregal. En el primer centro penitenciario hay ocho casos confirmados; en el segundo, ocho más, y en el tercero, una persona se contagió por la infección bacteriana.
Según el presidente nacional del sindicato del Inpec, teniente Raúl García, la situación se agravó por el hecho de que la EPS Caprecom, que venía prestando los servicios de atención médica y enfermería en las prisiones, terminó contrató con el Inpec hace un mes, razón por la cual no había médicos que trataran a los pacientes ni que previeran la expansión del brote.
Al teniente le preocupa, además, que los días de visita hayan ingresado al centro madres y niños sin ningún tipo de control, con lo cual el virus pudo salir a las casas de las familias.
Si bien el jueves pasado, luego de varios días sin personal médico, Caprecom envió cuatro auxiliares de enfermería a la Cárcel de Máxima Seguridad de Itagüí y aseguró que estaba gestionando el contrato de un médico, la semana pasada, miembros del sindicato del Inpec se pararon en las puertas e impidieran el ingreso de nuevos internos.
El brote de tuberculosis, la falta de personal médico y el hacinamiento motivaron la protesta de los funcionarios. “Las condiciones son indignas, degradantes. Ellos duermen en hamacas, en escalas; no tienen condiciones higiénicas, y ahí es donde más aprovechan las enfermedades para propagarse”, resalta el teniente, y añade que es justamente en el patio cuatro, que tiene los índices más altos de hacinamiento, donde se encuentran aislados los cuatro pacientes de Itagüí con tuberculosis.
De hecho, si bien el centro penitenciario tiene capacidad para 300 personas, tan solo en este patio hay 360 personas, y la suma de internos en todos los patios se acerca a los 1.400.
Así mismo, la cárcel Bellavista fue construida para albergar a 2.624 personas, y recibe a 7.000.
En ese sentido, la Defensoría del Pueblo alertó sobre el preocupante panorama que ronda la salud de las personas privadas de la libertad en las cárceles de Antioquia, sobre todo ante la suspensión por parte de Caprecom de los servicios en los 19 establecimientos del departamento.
Según denunciaron, debido a la no renovación de los contratos suscritos con el personal médico, se puso en riesgo de contagio de tuberculosis a la población carcelaria.
La Defensoría recordó que desde hace ocho meses han documentado una “sensible desmejora” en la asistencia a los reclusos en Antioquia. Incluso, en junio del año pasado, advirtieron que de los 19 establecimientos, solo siete contaban con personal médico, circunstancia que los llevó a instaurar una acción de tutela para restablecer los derechos de los internos.
Luego, el 11 de marzo de este año, el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, emitió una Resolución Defensorial que exige a las entidades responsables garantizar la atención en salud de quienes están privados de la libertad.
No obstante, durante visitas de inspección posteriores no evidenciaron mejoría, sino casos lamentables, como el de una persona que ingresó con una herida de proyectil en una de sus piernas, y a quien nunca le hicieron curaciones.
Por lo anterior, la Defensoría interpondrá un incidente de desacato ante la Delegada para la Política Criminal y Penitenciaria, y ya puso el tema en conocimiento de la Procuraduría y la Fiscalía, para que se lleven a cabo las investigaciones correspondientes y se establezcan las sanciones.
Las soluciones
Zulma Tabares, directora de Salud Pública de la Gobernación de Antioquia, ya está al tanto de la situación. Según dice, el 24 de julio recibió información de los directivos de la cárcel de Itagüí y el 27 de julio llegaron las autoridades al centro a tomar muestras a siete pacientes con aparentes síntomas de tuberculosis, una infección respiratoria contagiosa que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es la segunda causa mundial de mortalidad, después del sida.
De estos, los diagnósticos de ocho internos (entre los 25 y 30 años y con menos de un mes en la cárcel) resultaron positivos, razón por la cual se inició de inmediato su tratamiento, que consiste en suministrar una pastilla (en Colombia, subvencionada por el Gobierno) compuesta por la combinación estándar de cuatro antibióticos, y que deberá ser administrada durante seis meses, junto con supervisión y apoyo del paciente por parte de un agente sanitario.
De acuerdo con la directora, cuatro auxiliares de enfermería de Caprecom están administrando y vigilando el tratamiento de los reclusos, que se encuentran aislados con tapabocas en un cuarto de atención sanitaria.
A Tabares le preocupan las condiciones de hacinamiento. Según expone, “es un riesgo enorme, porque la bacteria se transmite por vía respiratoria, y al estar toda la gente junta, en esas secreciones normales de una gripe, pueden estar los bacilos de las tuberculosis”.
Por esto, además de la dotación de mascarillas, las autoridades de salud adelantan formación para los internos y para el personal del Inpec. El fin de semana culminaron dos jornadas de capacitación en la cárcel de Itagüí, hoy se harán en Bellavista y el miércoles y jueves en Pedregal.
Sobre el origen del brote y la posibilidad de que salga de la cárcel por medio de las visitas de los fines de semana, Tabares cuenta que, como los infectados provienen de Medellín, Bello e Itagüí, ya se le ordenó a las secretarías de estos municipios del valle de Aburrá que indaguen si en sus familias hay miembros con síntomas.
Imelda López, directora regional del Inpec en Antioquia, confirma que los pacientes infectados se encuentran en tratamiento y reciben una dieta rica en proteínas para agilizar su recuperación.Frente al problema de hacinamiento, la próxima semana la directora viajará a Bogotá y tramitará el traslado de algunos internos de cárceles altamente pobladas en Antioquia a otras prisiones, eso sí, una vez se detenga el brote para evitar su propagación.
No obstante, Tabares resalta que los casos no son aislados. Entre enero y julio del 2015, Antioquia ha registrado 1.256 casos nuevos de tuberculosis, y cada año hay alrededor de 2.400 nuevos pacientes.
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