El presidente Juan Manuel Santos, sin abandonar su disposición al diálogo directo con ciertas condiciones, endureció su posturaante el gobierno de Nicolás Maduro y le notificó que no se dejaráprovocar ante “payasadas”.
Santos –desde la Casa de Nariño– enfatizó en que Colombia no es la culpable del fracaso del modelo de gobierno bolivariano que se aplica desde Hugo Chávez en el territorio vecino, por lo que no permitirá que se coja al país de excusa para ocultar la dura problemática que allí se vive.
“Es producto del modelo, de esa revolución bolivariana que ha fracasado, que no ha funcionado. No es culpa de los colombianos”, afirmó Santos. (Lea: Pese a ofensas, vamos a resolver crisis por la vía diplomática: Maduro)
Este cambio de tono se debe a las múltiples declaraciones de Maduro en el sentido de que quiere endurecer los cierres fronterizos, según él, para frenar la amenaza que le representa Colombia, con base en lo cual ha expulsado y violado los derechos de por lo menos 20.000 connacionales que han retornado de territorio venezolano.
Esto, de hecho, marca un punto de inflexión en las relaciones binacionales, pues, a pesar de los constantes ataques de Caracas, en Bogotá se había mantenido un tono más diplomático. La de este miércoles, incluso, es la más dura referencia de Santos a Maduro en los seis años que lleva en el poder. (Además: La próxima semana habría fecha de ‘cara a cara’: Maduro)
“En mi radar para administrar las relaciones exteriores no caben el irrespeto ni los insultos, ni caben las payasadas ni las mentiras”, afirmó Santos.
Si bien la Casa de Nariño no abandona la diplomacia, e incluso insistió en el diálogo directo para superar la dura crisis que desató la orden de cerrar la frontera desde el 19 de agosto, el Gobierno de Colombia hizo saber que, en la defensa de su soberanía y de sus ciudadanos, no cejará en esfuerzos.
Este miércoles, incluso, Santos reiteró sus tesis desde un evento en Cartagena, mientras que simultáneamente Maduro le bajaba desde Caracas el tono a sus declaraciones y hacía un llamado al diálogo y la construcción de una frontera de paz. Aunque nunca mencionó la reapertura de los pasos limítrofes.
El vicepresidente Germán Vargas también salió ayer a defender la postura de la Casa de Nariño, enfatizando en que la problemática venezolana no está relacionada en ningún sentido con Colombia.
“Eso se da por la propia incompetencia en el manejo de las políticas públicas”, precisó Vargas Lleras, quien precisó que Venezuela debe “resolver sus problemas y no pensar que son responsabilidad de otro país”.
De hecho, la embajadora de Colombia ante Naciones Unidas, María Emma Mejía, le dijo este miércoles a EL TIEMPO que se logró el objetivo de sensibilizar a ese organismo multilateral por la dura crisis humanitaria que se vive en la frontera colombovenezolana.
Agregó que eso se logró tras la reunión entre la canciller María Ángela Holguín y el secretario de la ONU, Ban Ki-moon, el martes, en la que él “vio y escuchó los testimonios que le presentamos, y creo que comprendió y lo conmovieron las dificultades”.
Colombia espera que Venezuela cumpla unos mínimos humanitarios para que se dé un diálogo directo, pero, eso sí, dejó claro un mensaje: “La revolución bolivariana se está autodestruyendo por sus resultados, no por culpa de los colombianos”.