Sábado, 5 de Abril del 2025 
El partido de este domingo en Tunja es de esos en los que los equipos que están obligados a conseguir resultados para pelear por entrar entre los ocho tienen que ganar. Y Millonarios, sin jugar bien en el primer tiempo, lo hizo, y con holgura: venció 0-3 a la versión más inocente del Boyacá Chicó desde que está en la primera división del fútbol colombiano.
Fue una victoria más apretada de lo que pueda decir el marcador final. Al comienzo, Chicó lo alcanzó a complicar y le creo opciones de gol, lo cual no explicaría por qué es penúltimo en la tabla de posiciones de la Liga. La explicación de que solo lleve cinco puntos está en la falta de definición: lleva un gol en ocho partidos y no marca hace 518 minutos. Y la cuenta puede ser mucho más larga, porque el ataque boyacense es de los más pobres de la historia del fútbol colombiano, al menos en el promedio: ¡0,12 por partido!
“Este triunfo es más mérito de cada uno de los jugadores que de cualquier otra persona”, dijo, en rueda de prensa, el técnico de Millos, Rubén Israel. “Necesitamos seguir sumando y es una victoria que alienta a trabajar y a buscar la ansiada clasificación”, agregó el uruguayo.
Millos aún muestra muchas fallas que heredó de la época de Ricardo Lunari y que no han tenido, por ahora, solución en manos de Rubén Israel. Por ejemplo, que no gana rebotes, ni ofensivos ni defensivos, y un equipo con un poquito más de fortaleza que Boyacá Chicó le puede hacer mucho daño. Y dos, que desde que Román Torres se fue del plantel, el juego aéreo es, literalmente, un dolor de cabeza.
Pero más allá de esos problemas, Millos recuperó una contundencia que hace tiempo no tenía. En el primer tiempo solo llegó dos veces. La primera, en un centro de Federico Insúa que cabeceó Maximiliano Núñez hacia el centro y que Rafael Robayo le tiró al cuerpo al portero José Húber Escobar. Y la otra fue gol, a los 41 minutos, cuando Michael Rangel aprovechó un rebote del poste derecho de Escobar tras un remate de Núñez y metió un zurdazo que mandó a Millos al descanso con ventaja.
“Por suerte pudimos irnos al descanso con un gol a favor. Ellos iban a salir a buscar el empate porque estaban de locales y eso lo supinos aprovechar”, dijo Núñez, la figura del juego, al canal Win Sports.
En la segunda etapa, Boyacá Chicó se fue apagando y Millonarios se fue tomando cada vez más confianza. La entrada de David Mackalister Silva por Fabián Vargas, sumada a que los locales tuvieron que remendar su nómina, desde el primer tiempo, por la lesión de Brayan Freire, le abrió una autopista para atacar por la zona derecha. Núñez se volvió figura y Silva se volvió goleador. A los 35, un centro de Ochoa encontró la cabeza del 14 azul: 0-2. Y a los 43, un desborde de Núñez terminó con un pase atrás y con un remate de Silva, sin marca, para convertir el juego en una goleada que, como estaba la primera etapa, no parecía que pudiera llegar.
“Había que manejar el volumen de los cambios con el ritmo del juego, el 0-1 nos lo permitió”, declaró Israel. Y le salió. Ahora, Millos tiene 14 puntos y le quedan 18 en casa. Las cuentas vuelven a cuadrar para el equipo, que aprovechó toda la inocencia de un equipo que por algo es el penúltimo de la Liga…
