La Fiscalía General de la Nación citó a indagatoria a 14 militares por, supuestamente, haber torturado a personas que salieron con vida del Palacio de Justicia: los estudiantes de la Universidad Externado Yolanda Santodomingo y Eduardo Matson, y Orlando Quijano, entonces funcionario de la Corte Suprema de Justicia, entre otros.
La decisión se desprende de la condena contra el Estado colombiano emitida por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos por los desaparecidos del Palacio de Justicia. En el extenso fallo se reseñaron además los casos de torturas y amenazas practicadas por un grupo de militares en contra de civiles, funcionarios de las altas cortes y guerrilleros en la casa del Museo del Florero.
Para la Fiscalía General existen suficientes evidencias para inferir la participación y conocimiento de altos mandos militares en las torturas realizadas en el segundo piso de la casa ubicada en la esquina del Palacio de Justicia y a la cual eran llevados las personas que eran rescatadas por el Ejército. Antes de ingresar a la misma habían sido “marcadas” como sospechosas.
Por esta razón algunos de los liberados fueron ubicados en la planta baja mientras que “los marcados” fueron llevados a diferentes habitaciones del segundo piso donde fueron torturados física y psicológicamente por los uniformados. En la Casa Museo del Florero funcionaba un improvisado centro de operaciones e inteligencia comandado por el coronel Edilberto Sánchez Rubiano.
Sin embargo, al mismo llegaron varios altos mandos militares para conocer detalles del operativo de recuperación del Palacio de Justicia. Algunos de ellos dieron órdenes precisas para practicar interrogatorios a un grupo preseleccionado de personas quienes fueron señaladas de ser parte del M 19 o colaborar con el plan para la toma del Palacio de Justicia.
En el fallo emitido por la Corte Interamericana se detallan los relatos de los estudiantes de derecho de la Universidad Externado de Colombia, Eduardo Matson y Yolanda Santodomingo, quienes fueron trasladados a la Casa del Museo del Florero para ser sometidos a interrogatorios. En los mismos fueron acusados de ser guerrilleros y amenazados de muerte.
“Ahí nos interrogaron y nos pusieron en cuclillas mirando hacia la pared.Me dieron patadas en los testículos y me golpearon con la antena de un walkie talkie. Nos acusaron de guerrilleros, dijeron que nos habían visto en la toma de la Embajada de República Dominicana en 1980 y nos averiguaron la vida entera”, relató Matson en entrevista con ElEspectador en diciembre de 2014.
En su relato aseguró que los acusaron de haber disparado a los militares, hecho por el cual les “echaron parafina calientísima” en las manos. Tras no poderles sacar información fueron amarrados y vendados, los uniformados los subieron a un camión con rumbo al Batallón Charry Solano en el sur de Bogotá (donde funcionaba el Comando de Inteligencia y Contrainteligencia (Coici), comandando por el general Iván Ramírez Quintero).
“Pensé que nos iban a matar. Me quitaron la chaqueta, me vendaron los ojos y prendieron residuos para asfixiarme o asustarme. Luego me esposaron y me obligaron a cargar un madero pesado y a girar varias veces, para desorientarme. Pensé que ahí sí me iban a pegar el tiro y a echar al vacío. Después me amarraron a una cama estrecha sin colchón y me siguieron interrogando”, precisó.
Gracias a la intervención del rector de la Universidad del Externado de Colombia, el gobernador de Bolívar –que era tío de Matson- y el hijo del general Miguel Maza Márquez los dos jóvenes estudiantes fueron liberados. “Nos dejaron en el barrio San Victorino y ahí nos recogió un taxi que conducía un miembro de Inteligencia Militar. Él nos dejó en la casa de Yolanda, en el barrio Polo. Fue un milagro”.
Igualmente al considerar que no pudieron justificar su presencia en el Palacio de Justicia los particulares José Vicente Rubiano y Orlando Quijano fueron incluidos en el grupo “especial” hecho por el cual los militares los sometieron a interrogatorios y torturas. En diversas oportunidades los amenazaron con matarlos sino contaban la verdad.
Esta es la lista de los militares llamados a indagatoria: