¡Otra vez en casa! Y eso es una ventaja, porque aquí, en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, de Barranquilla, la ‘casa de la Selección’, jugamos los 45 millones de colombianos. Así que, Argentina, como sabes, llegaste a la ‘caldera del diablo’. Y este martes, ¡a las 3:30 de la tarde! (Canal Caracol), está fijado que comenzará tu calvario y seguirá nuestro goce rumbo al Campeonato Mundial de Fútbol Rusia 2018.
Es la segunda cita como local en este recorrido de nueve estaciones en el coliseo de la Ciudadela 20 de Julio (y otras nueve de visitante). La primera, recuerden, fue en el inicio de las eliminatorias, el pasado 8 de octubre, cuando derrotamos 2-0 a Perú, con goles del de siempre en ese escenario, el barranquillero Teo Gutiérrez, y Edwin Cardona, en el último minuto como postre de la celebración.
Luego de eso pasamos por la amargura de caer en Montevideo contra Uruguay, en una mala jornada; pero el pasado jueves, en el marco de la tercera fecha, antesala de esta, sacamos un punto de oro, con el 1-1 en Santiago, frente a Chile, la mejor selección del continente. Partido que, revisado en el segundo tiempo, pudimos haber ganado.
Ese logro en la capital austral motiva para seguir con la ilusión de levantar la copa de vodka y gritar ¡Dobro pozhalovat! (¡bienvenido!, en lengua rusa), como esperamos hacerlo dentro de dos años, cuando terminen las eliminatorias.
Pero qué difícil es la lengua rusa y adentrarse a su cultura. Sin embargo, ese es el reto de este equipo colombiano de 45 millones de jugadores. ¿Qué tal aprenderse una nueva palabra para ponerla en práctica desde hoy? Esta es buena e ideal: pobeda (ganar).
Sí, porque en la tarde de este martes saldremos a ganar contra Argentina. Y aquí, en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, Colombia no come del cuento de la historia y de que el rival es el subcampeón de América y el mundo. Eso es pasado.
Pero si quieren pasado, les recordamos que aquí ese país llegó, en la eliminatoria de Estados Unidos 1994, con 33 fechas sin perder. A los 2 minutos de ese 15 de agosto de 1993, un enganche de derecha del gordo barranquillero Iván René Valenciano, ese que conocía cada centímetro de la cancha, y luego un remate de izquierda transformaron el gol para la victoria final 2-1.
La Selección Colombia celebra el gol de James Rodríguez a Chile, en la fecha 3 de la eliminatoria. (Reuters)
Vamos al presente, ese que elaboramos de manera firme en procura de Rusia 2018. Colombia, nosotros, tenemos cuatro puntos. Argentina apenas contabiliza dos. ¡Los duplicamos! ¡Y es el equipo penúltimo en las eliminatorias suramericanas, entre 10 países! Es el peor arranque de su historia, con 22,22 por ciento de rendimiento en puntos alcanzados. Este martes, el equipo de 45 millones jugará para hacer más crítica esa cifra.
¿Que es difícil? Claro: ¿acaso la cultura y la vida rusa son fáciles? ¡Y allá vamos a llegar, como lo hicimos el año pasado a Brasil! Pero Colombia está mejor preparada, hasta de manera mental, para vencer a un rival urgido de triunfo y que tiembla con solo saber que pisará este martes, en horas de la tarde, el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, más ‘caldera del diablo’ para ellos.
Su capitán, Javier Mascherano, lo dijo: “Es una situación compleja… Estamos obligados a ganar en Barranquilla”. El director técnico Gerardo ‘Tata’ Martino lo reconoce, y les quita presión a sus jugadores con las condiciones climáticas de la ciudad. Ojo, Tata, podría ser tu último partido como cabeza visible del seleccionado gaucho.
Aquí, con seguridad, estarán en el frente de ataque otros dos jugadores que conocen, como Valenciano, cada centímetro del estadio Metropolitano: los locales Teo Gutiérrez y Carlos Bacca, además del primer suplente en esa línea, que igualmente es de por acá, Luis Fernando Muriel. También podría estar quien explota cada espacio de ese estadio, el armador barranquillero Macnelly Torres, acompañando en ideas ofensivas a James Rodríguez. ¡Y James es James! Y no hablamos del goleador del Mundial, sino del autor del empate 1-1 en Santiago contra Chile, del pasado jueves. Lo nuestro es presente.
James Rodríguez, volante colombiano (Reuters)
Vamos a apretar arriba, en los pelotazos ofensivos del rival, para evitar más goles en contra, como en Montevideo y Santiago. Tampoco nos vamos a desordenar pensando que ellos, necesitados de ganar, saldrán locos en ataque. Con calma, en medio del bochorno por el calor, seguramente los vamos a demoler para ganarles, así sea por la mínima diferencia.
No contamos con Carlos Sánchez ni con Santiago Arias (suspendidos). Tampoco con la alternativa de Jackson Martínez (lesionado). Pero no pensamos en ellos. Confiamos en quienes entran, como seguramente lo hará el lateral debutante Helibelton Palacios. Vamos, muchacho, jugarás en casa, arropado por este equipo. Para eso, este se conforma de 45 millones de jugadores.
En cambio, Argentina se lamenta de no contar con Messi, ni con Carlos Tévez, ni con Ezequiel Garay, ni con Javier Pastore, ni con Facundo Roncaglia, ni con Pablo Zabaleta, ni Sergio ‘Kun’ Agüero…
A propósito de este último apellido, los viejos barranquilleros, esos descendientes directos que ingresaron la civilización al país por el muelle contiguo de Puerto Colombia, incluyendo el primer balón de fútbol, hablaban a comienzos de siglo pasado, y hasta hace poco, de ir hacia su objetivo de frente, con decisión y sin asco. Y lo hacían con una expresión: sin agüero. Y Colombia, otra vez en su casa, saldrá este martes a ganar ¡sin agüero!
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