Base Aérea Osan, Corea del Sur, ene. 10. Un bombardero estadounidense sobrevoló este domingo Corea del Sur, en una demostración de fuerza del ejército norteamericano tras el supuesto ensayo de bomba de hidrógeno reivindicado por Corea del Norte.
El anuncio del cuarto ensayo nuclear norcoreano suscitó una serie de condenas internacionales, si bien la mayoría de expertos dudan de que el arma probada haya sido una bomba de hidrógeno como pretende el régimen norcoreano.
El bombardero B52 Stratofortress, que puede transportar armas nucleares, sobrevoló brevemente la base aérea militar de Osan, a unos 70 km al sur de la frontera intercoreana antes de regresar a su base, explicaron el Ejército estadounidense y un testigo.
Tras la misión, el avión, que iba acompañado de un aparato surcoreano y otro estadounidense, volvió a la base aérea Andersen en la isla de Guam, en el Pacífico.
El objetivo era “responder a una reciente provocación de Corea del Norte”, indicó el ejército estadounidense.
El B52 se utiliza con frecuencia en ejercicios militares anuales conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur, pero sus vuelos rara vez se dan a conocer.
El último caso se remonta a 2013, después del tercer ensayo nuclear norcoreano. El Ejército estadounidense había desplegado entonces un B52 y un bombardero furtivo B2.
El régimen norcoreano, al que la ONU tiene prohibido desarrollar cualquier programa nuclear o balístico, publicó el sábado un vídeo sin fecha de un supuesto nuevo ensayo de misil lanzado desde un submarino.
Varios medios surcoreanos aseguraron que las imágenes eran en realidad un montaje de vídeos de anteriores lanzamientos de misiles balísticos.
El general Terrence J. O’Shaughnessy, comandante adjunto de las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur, recordó el compromiso de su país con Seúl. “Las misiones de B52 refuerzan la voluntad de Estados Unidos de garantizar la seguridad de nuestros aliados y socios”, afirmó en un comunicado.
“Las fuerzas estadounidenses y surcoreanas trabajan estrechamente cada día y estamos totalmente preparados para afrotnar cualquier amenaza contra nuestra alianza”, añadió.
Técnicamente, las dos Coreas están en conflicto debido a que la guerra de Corea (1950-1953) no acabó con un tratado de paz, sino con un alto el fuego.
El líder norcoreano Kim Jong-un alegó que el último ensayo nuclear de su país tenía como objetivo evitar una guerra nuclear con Estados Unidos, que tiene a 28.000 soldados en Corea del Sur.
Era “una medida de autodefensa para garantizar la paz de manera eficaz en la península coreana y la seguridad regional frente a los riesgos de guerra nuclear provocados por los imperialistas liderados por Estados Unidos”, declaró, según un discurso citado por la agencia oficial KCNA.
Pyongyang acusa con frecuencia a Estados Unidos y Corea del Sur de belicismo.
Tras el ensayo nuclear, se iniciaron numerosas consultas diplomáticas después de una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, que prometió endurecer la panoplia de sanciones que se aplican a Corea del Norte por sus precedentes ensayos (2006, 2009 y 2013).
China, el aliado más importante de Corea del Norte, también mostró su disgusto con la prueba nuclear llevada a cabo por el régimen.