Han sido cuatro días maravillosos de conversatorios, talleres, clases magistrales, centros de lutería y conciertos en teatros, capillas y al aire libre en el centro histórico del Corralito de Piedra.
El Cartagena Festival Internacional de Música se convirtió en la vitrina perfecta para atraer turistas que quieren algo más que sol, mar y playa.
“Me gustó el concierto de la ruta de la esclavitud, fabuloso me encantó, que pienso debió ser en concierto de apertura, monumental, voces de al menos 5 continentes e instrumentos de hace dos siglos; Para mí que es la primera vez que vengo a un festival, es muy lindo, muy emocionante y creo que deberían hacerse mas seguido estos eventos en Cartagena”, señalaron algunos turistas.
Es la oportunidad perfecta para ver y escuchar a los mejores intérpretes de la música culta como el pianista y director Rinaldo Alesandri, el violinista Maxim Vengerov, el investigador y creador de nuevos proyectos musicales, el director Jordi savall o por su puesto pequeñas figuras como la chelista Laura Alejandra, que con solo 7 años de edad se ha convertido en el centro de las miradas.
“Me he sentido bien aquí en Cartagena, es lo mejor que me ha pasado porque yo siempre soñé con estar en el festival de Cartagena tocando”.
Pero, claro, no podía faltar un elemento importantísimo que hace al Cartagena Festival Internacional de Música, un semillero para nuevas generaciones de músicos, las clases magistrales, completamente gratis.
“Me ha parecido algo maravilloso porque vienen músicos de todo el mundo y podemos participar de las clases magistrales en las cuales aprendemos mucho y también podemos asistir de lut5ería para la reparación de los instrumentos”.
Para el alcalde Manuel Vicente Duque, el festival está atrayendo cada día más a niños y jóvenes que ven en las grandes figuras internacionales un ejemplo a seguir.
“Estamos felices porque los niños se interesa, un festival que está consolidado, lleva 10 años de éxitos, es una realidad y en los estratos más bajos también se habla de música”.
Solo hemos llegado a la mitad del Cartagena Festival Internacional de música que cumple sus 10 años. Todavía está a tiempo de disfrutar de las melodías antiguas, sacras y dejarse llevar hasta tierra firme.