Sábado, 23 de Noviembre del 2024 
FUNCIONES
1:20 – 7:20 P.M.
Duración:
100 MIN.
Género:
DRAMA
Clasificación:
12 AÑOS
Lugar: CINEMANÍA
País de origen:
Turquía/Francia/Alemania
Idioma:
TURCO
Reparto:
Günes Sensoy, Doğa Doğuşlu, Elit İşcan, Tuğba Sunguroğlu, İlayda Akdoğan, Nihal Koldaş, Ayberk Pekcan, Erol Afşin.
Director:
Deniz Gamze Erguven
La ópera prima de la cineasta Deníz Gamze Ergüven, Mustang: Belleza salvaje, que se estrenó en la Quincena de los Realizadores en el pasado Festival Internacional de Cine de Cannes.
La película aborda cómo aún la mujer padece en la cultura turca su falta de libertad, incluso para casarse con quien ella desee. Sólo debe prepararse para ser una esposa y realizar las labores del hogar. Cinco jovencitas, hermanas todas, ven su sexualidad, pensamientos y aspiraciones truncados.
No es un tema nuevo, casi todas las realizadoras turcas han denunciado lo que pasa con las mujeres en esa nación, pero en este filme se puede ver en qué consiste ser mujer, una hija, en Turquía.
En la trama, las cinco muchachas, las cuales viven el cambio de niña a mujer, ven cómo una por una empieza a ser destinada a casarse sin conocer a quien será el esposo, sólo basta con que las familias se pongan de acuerdo de un día para otro.
Pero la más pequeña Lale, quien está más cerca de la niñez, al ver cómo pierde a sus hermanas una por una por ser casadas a la fuerza, sabe que debe escapar y enfrentarse al tío, un represor con ellas, quien incluso abusa sexualmente de una, la antepenúltima.
La labor de la directora fue contar la historia a través de la pequeña, quien es una gran actriz (Günes Sensoy), porque se desenvuelve con mucha naturalidad que conquista y transmite todo al público, incluso con su sonrisa y miradas.
La fotografía y los movimientos de cámara son lo mejor de la película, ya que incitan a apreciar desde los gestos del actor hasta los paisajes y la casa que poco a poco se convierte en una prisión, donde las chicas no pueden salir ni a tomar el fresco porque les ponen barrotes por todos lados.
La directora ha relatado en varios medios que la primera secuencia, cuando las niñas juegan en el mar montándose en los hombros de los chicos y que ven como un pecado los adultos de ese país, es algo que ella vivió. Y ha aclarado que si bien las reacciones de sus personas responden más a cierta rebeldía, “el proyecto nació de la voluntad de poner de manifiesto todas las cosas que habría querido hacer y decir otorgando a mis personajes el coraje que yo nunca tuve”.
Se aprecia cómo las chicas empiezan a rebelarse aunque saben que serán castigadas, son situaciones que nunca se habían visto en la pantalla de ese país.
Vale mucho la pena ver la película por la historia y su factura técnica.
