El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, dio a conocer este miércoles pormenores de los proyectos que emprenderá en materia ambiental y de vivienda para hacer de la capital una ciudad sostenible y amigable con el medio ambiente.
Según detalló el mandatario en diálogo con la emisora Blu Radio, su plan se proyecta alrededor de lo que denominó ‘Ciudad Paz’, un terreno que ocuparía de 10 a 15 mil hectáreas y conformado por cerca de cuatro millones de habitantes, donde se sintetizaría el crecimiento ordenado de la ciudad, con transporte masivo, miles de hectáreas de protección ambiental, parques y senderos ecológicos. Tal proyecto, según Peñalosa,implica intervenir “en parte” la Reserva Forestal Thomas van der Hammen.
“Vamos a organizar el crecimiento hacia el futuro. Bogotá va a tener que crecer tres veces en los próximos 40 años y va a tener 3 millones de habitantes (…) lo que se busca con ‘Ciudad Paz’ es organizar el crecimiento de la capital de manera que podamos tener una ciudad que no se riegue por la Sabana”, explicó el funcionario.
De acuerdo con Peñalosa, ‘Ciudad Paz’ comprendería tres grandes sectores de Bogotá: Ciudad Norte –donde espera instalar 1 millón de personas, quienes gozarían de vías, autopistas peatonales, transporte masivo, bicicarriles, etc.– otro sector que implica trabajar conjuntamente con municipios aledaños como Soacha y Mosquera –donde incluso planteó extender el metro eventualmente y que quedaría muy cerca del centro de la ciudad– y Ciudad Río, una zona que se levantaría alrededor del río Bogotá y que implicaría 60 kilómetros de malecones arborizados, focalizando al río como su columna vertebral.
En ese sentido, el alcalde detalló que –de forma coordinada con el Gobierno Nacional– fomentará un sendero ambiental en los cerros de Bogotá, donde incluso habría presencia de venados y que haría las veces también de ‘rompefuegos’, permitiéndoles a los bomberos atender con mayor rapidez incendios forestales, ya que contarían con un tubo de agua para apagar las llamas.
“Tenemos que proteger los cerros de Bogotá y vamos a hacer con el Gobierno proyectos allí. Yo trabajé hace muchos años en el Acueducto –fui subgerente por ahí en 1985– y compramos terrenos del Parque Nacional Natural Chingaza. Recuperamos esos terrenos y allí hay muchísimos venados. Eso es a hora y media de los cerros de Bogotá, es decir que no tendría nada de raro que muy pronto podríamos tener venados en los cerros y que alguno que otro se meta en las calles de Bogotá. Esto no es algo tan loco, pasa en todas las ciudades del mundo y creo que en unos 10 años deberíamos tener cada vez más cerca venados”, sostuvo Peñalosa.
Ocupación de la Reserva Forestal Thomas van der Hammen
Por otro lado, el alcalde admitió que el proyecto ‘Ciudad Paz’ –que comprende también que “en cuestión de meses” se descontamine el río Bogotá– implicará que se construya “en parte” sobre la Reserva Forestal Thomas van der Hammen. (Lea: Peñalosa y la Reserva Van der Hammen)
“La Reserva es la única del mundo que no tiene árboles, son potreros. La parte que sí tiene árboles, que es la colina de Suba, por supuesto se protege. Lo que es realmente el bosquecito van der Hammen son cinco hectáreas pero ahí hay 1.400 hectáreas de potreros. Y por supuesto que uno quisiera hacer reservas forestales en todas las ciudades, pero donde hoy viven todos los ciudadanos de Bogotá antes eran bosques”.
En 2011, la Reserva fue declarada por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) como Área de Reserva Forestal Productora Regional del Norte. Es decir, por norma, el principal uso de las 1.395 hectáreas de la reserva es forestal y deben protegerse. La recreación debe ser pasiva y otras actividades, como la vivienda o el agro, sólo se pueden hacer siguiendo los lineamientos de autoridades ambientales como la CAR.
En contraste, el alcalde Enrique Peñalosa no ha ocultado su interés por laexpansión urbana en el norte. Esa es su visión de ciudad y, si se trata de un proyecto ambiental, para él resulta más valioso concentrarse en la protección de los cerros orientales, donde quiere hacer un sendero ecológico de 80 kilómetros, o la construcción de un malecón en la ronda del río Bogotá, como parte de la recuperación.
Es importante aclarar que esta visión frente a la reserva Van der Hammen es opuesta a la de la pasada administración, que tenía en sus planes hacer de ella el bosque urbano más grande de América, algo que no logró concretar.