En menos de una semana, dos niños de la etnia wayuu fallecieron por desnutrición. Sin embargo, según denunció este miércoles, Javier Rojas, líder de esa comunidad indígena se tiene conocimiento de que este año habrían fallecido por lo menos cinco menores.
“Este año iniciamos muy mal. Ya reportamos dos muertes, pero tenemos conocimiento que este año ya deben ser unos cinco los niños muertos en el territorio (..) la situación en realidad en La Guajira no ha cambiado, como lo hemos venido reportando desde hace más de 4 años. La problemática de la desnutrición está exterminando nuestra niñez”, dijo Rojas en entrevista con Blu Radio.
Y es que los informes entregados a la CIDH indican que, en los últimos ocho años, habrían muerto 4.770 niños y niñas de esa comunidad debido a problemas relacionados con alimentación y falta de agua potable.
El líder indígena señaló que es dramática la situación para los wayuu que habitan la península de La Guajira en territorio colombiano y parte de Venezuela, en una zona desértica y árida sobre el mar Caribe.
Rojas reveló que los niños sobreviven con un vaso de chicha diariamentey de lo que pueda conseguir sus padres a través de empleos temporales.
Y agregó que la situación es aún más compleja, debido a la falta de trabajo e informalidad que limita sus posibilidades de adquirir un sustento diario. “No hay trabajo, no hay una fuente para suministrar alimentos. En las zonas de las salinas, que tradicionalmente era una zona para buscar empleo, ahora solo hay extranjeros”.
Por último, señaló que la situación se agravó por la sequía del río Ranchería y por el uso del mismo que ha hecho la empresa El Cerrejón.
En diciembre del año pasado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictó medidas cautelares para que los miembros de esa comunidad aborigen del departamento de La Guajira dejen de morir por hambre y sed.
Según la CIDH los indígenas “se encontrarían en riesgo debido a la presunta falta de acceso a agua potable y el estado de desnutrición de niños y niñas de la comunidad”.
El organismo solicitó al gobierno que se asegure “la disponibilidad, accesibilidad y calidad de los servicios de salud, con un enfoque integral y culturalmente adecuado, con el fin de atender la desnutrición infantil”.