“Soy un padre afligido que perdió su tesoro”. Así habló ante los medios Erasmo Quintana cuando el año pasado su hija Fernanda, una joven de apenas 19 años y miembro de un club de motociclistas de Bogotá, perdió la vida al coger un hueco cuando transitaba por la avenida El Dorado a la altura de la carrera 68.
Y esta fue la razón para que más de 400 motociclistas, cada quince días, hayan decidido organizarse para pintar los huecos de las vías más deterioradas de la capital.
Carlos Sabueso y Edwin Torres, directores del club de motociclistas De Moteros Para Moteros, se citan cada quince días por redes para planear la ruta y seleccionar los conductores que van a pintar los baches.
Su jornada comienza a las 8 de la noche y termina a las 12 de la madruga. Según Sabueso, en grupos de 30 motociclistas, alcanzan a pintar 120 huecos en cuatro horas.
Esta forma de señalización les cuesta cerca de 300.000 pesos, dinero que sale de sus bolsillos y que les alcanza para cuatro galones de pintura, doce botellas de tíner y muchos rodillos. “Evitar otras muertes como la de Fernanda es nuestra misión, por eso decidimos actuar” dice Sabueso.
En estas jornadas han demarcado vías como la avenida 68, la Boyacá, la carrera 19, desde la calle 100, y la autopista Sur.
Según la Policía de Tránsito, el año pasado 130 motociclistas resultaron heridos por accidentes de tránsito y 13 murieron por baches en las vías. A eso se refiere Sabueso cuando dice que su misión es evitar que más personas mueran.
Pese a que EL TIEMPO le pidió a la Secretaría de Movilidad las cifras de las muertes de motociclistas este año, no hubo respuesta. Precisamente este martes en la mañana, una joven motociclista sufrió un accidente cuando transitaba por la avenida Villavicencio con carrera 86. Prácticamente no hay día sin que se presente un incidente similar.
En ciudades como Manchester (Inglaterra) un artista urbano llamado Banksy, con el fin de ridiculizar a la administración, pinta obscenidades en los huecos. En Bogotá, el colectivo de motociclistas, aunque sin ese tipo de burla, también quiere llamar la atención del IDU, que a pesar de todo ha conseguido reparar 3.100 baches desde enero hasta hoy.
Además de los motociclistas, los conductores de automóviles también se ven afectados cuando caen en huecos que cubren la mitad de la vía, como sucede en algunos puntos de la avenida Boyacá. “Yo me salvé de caer en uno de los huecos de la avenida 68 porque alcancé a ver esa línea amarilla que les han pintado”, dice Constantino Velásquez, taxista de la ciudad.
El colectivo De Moteros Para Moteros hace campañas pedagógicas para instruir a los motociclistas sobre la importancia de acatar las señales de tránsito y usar elementos de protección. Todo esto con el fin de que en la capital no se presenten más casos como el de su excompañera, Fernanda Quintana.
EL TIEMPO