Domingo, 20 de Abril del 2025
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Peyton Manning: el adiós del gran mariscal

Publicado el 08/03/16

La carrera de Peyton Manning pudo haber terminado abruptamente en 2014. Una dolencia en su cuello estuvo a punto de sacarlo a las malas, apenas un mes después de haber perdido el Super Bowl con los Broncos de Denver, frente a los Halcones Marinos de Seattle.

Pero el destino quiso que el hombre de los récords de la NFL no se fuera por la puerta de atrás. Aún le quedaban un par de temporadas más para demostrar que podía despedirse a lo grande. Volvió a ganar el Super Bowl. Y ya con un nuevo anillo en su poder, con el aplauso del mundo del fútbol americano, ahora sí Manning, que el 27 de marzo cumplirá 40 años, le dice adiós al deporte al que tanto le aportó.

Dicen que la grandeza de un deportista se mide por los elogios de sus grandes rivales. Manning se va lleno de mensajes de aliento. “Felicitaciones, Peyton, por una increíble carrera. Tú cambiaste el juego para siempre e hiciste mejores a todos a tu alrededor. Fue un gran honor”, escribió, en su perfil de Facebook, Tom Brady, el quarterback de los Patriotas de Nueva Inglaterra, su gran rival.

La lesión en el cuello pudo haber terminado con su carrera. Pero hubo otra cosa que pudo haber logrado que ni siquiera hubiera comenzado: el béisbol. Dicen que Manning también lo hacía bien con el bate, en la preparatoria Isidore Newman, de Nueva Orleans.

Dos cosas enderezaron su rumbo. La primera, la tradición familiar. Su padre, Archie, jugó también en la NFL, en la misma posición, pero en los Santos de Nueva Orleans. Esa herencia se trasladó también a su hermano Eli, casi cinco años menor que Peyton, también mariscal de campo, y que también ganó dos veces el Super Bowl, pero con los Gigantes de Nueva York.

El segundo factor que puso la pelota ovalada en sus manos fueron sus impresionantes cifras, tras pasar de la preparatoria a la Universidad de Tennessee: mayor número de yardas por pase (11.901), mayor número de victorias (ganó 39 de los 45 partidos que disputó) y mayor cantidad de anotaciones (89). De ahí dio el salto a la que fue su casa durante 14 temporadas: Potros de Indianápolis.

Hasta la llegada de Manning, Potros solamente había ganado una vez el Super Bowl. Fue en 1970, cuando el equipo aún representaba a Baltimore (se trasladó a Indianápolis en 1984), tras vencer en la final a los Cowboys de Dallas. Manning cambió la historia y llenó su hoja estadística de marcas positivas.

Rumbo a la gloria

Fue escogido como primera selección en el draft de 1998. Desde su llegada, solamente dos veces Indianápolis quedó por fuera de la postemporada, en su primer año y en 2001. Y con Manning como gran figura, los Potros volvieron a ganar el Super Bowl, el 4 de febrero del 2007, en un duelo con los Osos de Chicago. Ganaron 29-17 y Peyton fue el jugador más valioso, con 25 de 28 pases completados, 247 yardas, un touchdown y una intercepción. El partido despertó tanto interés, que fue, en ese momento, el tercer programa más visto de la historia de la televisión estadounidense, solo superado por el Super Bowl de 1995, en el que los Vaqueros de Dallas vencieron a los Acereros de Pittsburgh, y al último episodio de la serie M*A*S*H.

“El equipo demostró que tiene carácter, que nunca cayó en el pánico después que nos vimos abajo en el marcador nada más comenzar el partido”, declaró Manning. “Hemos superado todas las adversidades y al final logramos un premio que nos llena de satisfacción porque ya somos un equipo campeón. Sin la ayuda de mis compañeros este trofeo no hubiese sido posible”, agregó.

Su fama trascendió las canchas y le permitió convertirse en figura de la televisión. Llegó a ser anfitrión, en alguna oportunidad, de Saturday Night Live, el programa humorístico más tradicional de la televisión estadounidense. Y también apareció, junto a sus hermanos Eli y Cooper (quien también jugó al fútbol americano, pero se retiró por una enfermedad en la espina dorsal cuando aún estaba en la universidad), en un capítulo de Los Simpson.

Manning impuso al menos 40 marcas para la franquicia de Indianápolis, entre ellas, la de mayor número de pases completos (4.682), mayor número de yardas por pase (54.828) y mayor número de pases de touchdown (399).

El adiós y el resurgir

En la temporada 2011, Peyton Manning prácticamente no pudo jugar. Tuvo que ser operado de sus lesiones en el cuello y su continuidad como jugador se puso en duda. Incluso, quedó sin sensibilidad en los dedos de su mano derecha.

Ante esa incertidumbre, Potros de Indianápolis decidió no renovarle el contrato y Manning comenzó el 2012 como agente libre.

“Pocos han dejado sus récords en el deporte como Peyton Manning lo hizo. Simplemente, él revolucionó el fútbol americano de la NFL porque no hubo alguien antes que él. Hizo más divertido y mejor el juego para nuestros fanáticos”, dijo el dueño de los Potros, Jim Irsay, quien la semana pasada intentó convencer a Manning de regresar a su equipo, sin éxito.

El hecho de ver a un grande sin contrato despertó el sueño de gloria de los Broncos de Denver, que había ganado el Super Bowl en 1998 y 1999, de la mano de una leyenda de la NFL, el mariscal de campo John Elway. Tras su retiro, el equipo desapareció de los primeros planos. Y en ese momento, ya con Elway como vicepresidente de operaciones, quería regresar.

Con Manning, los Broncos llegaron dos veces al Super Bowl. Lo perdieron en 2014 frente a Halcones Marinos de Seattle, 43-8. Y en ese entonces, el fantasma de la lesión en el cuello volvía a poner en duda su futuro. No quiso irse derrotado. Dos años después tuvo revancha: se va campeón, luego de vencer, hace un mes, a Panteras de Carolina.

“Estoy totalmente convencido de que el final de mi carrera es apenas el inicio de algo más grande”, dijo Manning en su rueda de prensa de despedida. “La vida me abre un nuevo mundo de posibilidades. En los últimos 18 años he tratado de perfeccionar el juego en la NFL. Cada gota de sudor, cada jugada que hice y cada jugada que vi en video eran para tratar de hacer una cosa especial de este juego, de ponerlo todo para mis compañeros. Pero no hubo nadie que se preparara más que yo. No hubo una sola cosa de la que me arrepienta en este tiempo”, añadió.

Peyton Manning se va con decenas de marcas: 71.940 yardas por pase, 539 anotaciones por pase, cinco designaciones como jugador más valioso de la NFL… Y es el único mariscal de campo que ganó el Super Bowl con dos equipos diferentes. Pero lo más importante: se va a lo grande, con el respeto de los compañeros, de sus hinchas y, lo más importante, de los rivales que lo van a extrañar.

EL TIEMPO

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