Sábado, 23 de Noviembre del 2024 
El 5 de abril de 1992, el expresidente peruano Alberto Fujimori disolvió el Parlamento e intervino el Poder Judicial con el apoyo de las Fuerzas Armadas, además de anular la Constitución de 1979, que fue reemplazada por la de 1993.
Este hecho fue conocido como el autogolpe de Estado del exmandatario, que permaneció en el poder hasta el año 2000 y que actualmente cumple una condena de 25 años por delitos de lesa humanidad y corrupción.
Ahora, 24 años después, su hija mayor Keiko Fujimori lidera las encuestas y se posiciona como la favorita en la campaña presidencial para reemplazar a Ollanta Humala. Durante la carrera para llegar a la presidencia, Keiko ha señalado que no va a repetir las fallas del pasado, ya que “ha sufrido y cargado una mochila muy grande por errores de terceros y de otras personas”.
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Del mismo modo, la candidata de 40 años se ha comprometido “al respeto irrestricto del orden democrático y de los derechos humanos”, así como a la protección de “las libertades de prensa y de expresión”, para que no haya “nunca más un 5 de abril”.
Aun así, este martes el ambiente político en Perú es tenso. Varios colectivos en contra de la hija del exmandatario han organizado una protesta con el nombre de ‘No a Keiko’. Los organizadores han convocado, a través de redes sociales, a los votantes a marchar desde la céntrica plaza San Martín en Lima para recorrer sus calles bajo el lema “¡Keiko no va!”.
Se estima que al menos 20.000 manifestantes la noche de este martes, en lo que paradójicamente podría ser una de las mayores concentraciones realizadas durante la campaña electoral iniciada en enero.
“Llamamos a la gente a sumarse de manera pacífica a la marcha y venir con las manos pintadas de blanco en rechazo a la corrupción”, dijo Carlos Salazar, representante de los diversos colectivos organizadores.
Las convocatorias para la marcha abundan en las redes Facebook y Twitter enfatizando el retroceso que, según los convocantes, implicaría para la democracia peruana elegir como presidenta a la hija de Alberto Fujimori, quien es el primer presidente peruano condenado por corrupción y crímenes de lesa humanidad en cerca de un siglo.
La manifestación cuenta con el respaldo del presidente Ollanta Humala, un comandante en retiro del Ejército quien en el año 2000 encabezó un levantamiento contra Fujimori con un puñado de soldados exigiendo su renuncia.
“Me da satisfacción ver que miles de jóvenes saldrán a marchar contra la dictadura y a favor de la democracia”, dijo Humala la noche de este lunes en una entrevista a Latina TV.
“Esto es parte de la memoria del país. Un pueblo que olvida su historia está condenada a repetirla”, agregó el mandatario, quien deja el poder el 28 de julio con baja popularidad.
Pese al respaldo del presidente, Jorge Bracamonte, secretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, una de las organizaciones convocantes junto a sindicatos y oenegés, aseguro que la marcha “es una convocatoria política, sin identidad partidaria”.
Por su parte, Keiko Fujimori se ha manifestado sobre la marcha en su contra.
“Tienen todo el derecho de reunirse, pedimos tolerancia y evitar la violencia. Hemos pedido a nuestros militantes abstenerse a ceder a cualquier provocación“, dijo Fujimori.
