Casi las mismas palabras y justificaciones que utilizó el presidente Hugo Chávez, hace nueve años, para retrasar media hora el huso horario en Venezuela fueron utilizadas este viernes por el vicepresidente del Area Social, Jorge Arreaza, para anunciar su regreso a como estaba antes de esa modificación: cuatro horas menos con respecto al meridiano de Greenwich (-4 GMT).
En 2007, el presidente Chávez aseguró que la medida buscaba mejorar el rendimiento de las personas al tener los horarios ajustados al aprovechamiento de una mayor claridad solar, algo que su entonces ministro de Ciencia, Héctor Navarro, aseguró que tenía una incidencia positiva en el metabolismo.
En tono paternal, el mandatario explicó que los niños entonces no tendrían que levantarse a oscuras e ir “muertos de sueño” a la escuela, apelando a la necesidad de mayor descanso para los venezolanos.
Sin querer contradecir al “comandante eterno”, sobre su decisión de regresar las manecillas del reloj, solo aseguró que va en concordancia con la necesidad de ahorrar energía eléctrica en el país, por lo que acompañó la medida –que se aplicará a partir del primero de mayo– con la declaración del próximo lunes 18 de abril como día no laborable. El martes 19, feriado por la Firma de la Independencia de Venezuela, tampoco se trabará. Arreaza, por su parte, destacó que volver al anterior huso horario permitirá “aprovechar mejor la luz del día”.
Aunque desde el gobierno de Nicolás Maduro no se dieron mayores detalles, el experto consultor en materia eléctrica Ernesto Páez Pumar –consultado por el portal Talcualdigital.com– destacó que en promedio la medida permitirá un ahorro de 300 megavatios diarios, pues el fin de la jornada laboral sería más temprano y con la luz del sol.
En esa misma tónica otros expertos han señalado que el Gobierno de Venezuela busca desesperadamente medidas para atenuar la presión de demanda sobre la hidroeléctrica Simón Bolívar –el complejo Guri– que produce 62 por ciento de la energía y está actualmente en crisis por las bajas cotas de agua de su embalse.
El retraso de la media hora, explica Arreaza, busca evitar la necesidad de implantar un racionamiento nacional, aunque en la provincia –menos Caracas– ya se vive un racionamiento no oficial de entre 2 a 4 horas diarias.
Escasez de medicamentos
La escasez de medicamentos en Venezuela sigue siendo una tragedia visible en farmacias y hospitales, semanas después de que el Parlamento declarara una “crisis humanitaria de salud” que, entre otras cosas, se manifiesta en la falta de disponibilidad de 872 fármacos esenciales. Enfermos de cáncer, portadores del VIH, hipertensos y diabéticos, entre otros, deben peregrinar por las farmacias del país en busca del tratamiento farmacológico que requieren para sobrevivir, conseguir que se lo envíen de otro país o caer en el mercado ilegal. La Federación Farmacéutica de Venezuela respalda al Parlamento al asegurar que el país vive una “crisis humanitaria” debido al desabastecimiento de medicamentos, que estima en un 80 por ciento.