La producción y ventas del sector de bebidas en el país han crecido en el último año, respectivamente, 6,4 y 12,6 por ciento, según el Dane.
Inclusive las compañías del sector aportaron 0,7 puntos, al corte de febrero, al crecimiento de la producción manufacturera local, que fue 2 por ciento.
Paralelamente, la actividad contribuyó con 1,3 puntos a las ventas de la industria manufacturera, que subieron 2,6 por ciento en el periodo.
Sin embargo, no todas las compañías de bebidas brillan por igual, pues mientras a las grandes como Bavaria, Coca-Cola, les va bien en la fiesta — por El Niño y la sustitución entre los consumidores de bienes duraderos por perecederos o semidurables — hay otras donde se apagan conatos de incendio.
La Superintendencia de Sociedades acaba de admitir bajo la ley 1116 del 2006 a la Embotelladora Capri, que se quedó ilíquida y entró a reestructurar los plazos de pago de las deudas con los acreedores.
Lo anterior así el monto de los pasivos sea inferior al de los activos, y sus ventas hayan subido en el 2015 a unos 30.000 millones de pesos.
De hecho, al corte del primer bimestre las obligaciones de esta compañía sumaron 13.284 millones de pesos y los activos 23.405 millones de pesos.
No obstante, en un 86 por ciento las deudas de la empresa están pactadas a corto plazo.
Se trata de una empresa de composición familiar, que se fundó en 1979 bajo la razón social de Vinos Capri y cuyos primeros pinos en el mercado local fueron el brandy ‘Barón Phillippe’ y el aperitivo ‘Cherezzo’.
Posteriormente, hace unos 15 años, entró al ‘tetrapack’ con licores envasados y, entre otros, maquiló el sello ‘Tequimon’ para la Empresa de Licores de Cundinamarca (ELC).
Igualmente, entró a competirle a ‘Balleys’ con la bebida de wisky ‘Berneys’ y a Smirnoff con ‘Ivanoff’.
En el 2009, ya con una moderna planta en Chía (Cundinamarca), dio otro paso adelante en la estrategia de crecimiento e incursionó en las líneas de gaseosas y jugos, que coloca, respectivamente, en el mercado bajo las marcas Maxi cola y Maxi Frut.
Inclusive entró a competir en el segmento de refajos con Cola & Pola de Bavaria, y sacó un sello propio (Maxi Pola).
En general, la compañía se mueve, como Bavaria, en la comercialización de bebidas alcohólicas y no alcohólicas.
Alianza frustrada
Una de las causas que llevó a la Embotelladora Capri a solicitar el aval de la Súper fue el hecho que su facturación ha crecido vegetativamente.
En efecto, en el 2013 sumó unos 29.500 millones de pesos y en el 2014 bajó a 29.500 millones de pesos.
Los problemas de la compañía se han agravado por la terminación de un contrato con la empresa Alpina para envasar un producto que no arrojó los resultados esperados.
Tampoco llegó a buen puerto la firma de un ‘joint venture’ con un proveedor,que al final de cuentas no se suscribió y en el que invirtió una suma importante.
La empresa también reconoce que la diversificación hacia las líneas de bebidas, distintas a las que originaron su fundación, como los licores y aperitivos, también presionaron la deuda y los márgenes.
Por otra parte, se le sumó la disminución de clientes, lo que generó un déficit de caja crítico.
Dichas situaciones desembocaron en mora de pagos mayores a 90 días, alto endeudamiento e iliquidez, pues los costos fijos siguieron siendo altos.
Además de impartir la autorización a la reestructuración, la Supersociedades avaló como promotor del acuerdo de Embotelladora Capri al representante legal de la empresa, Luis Felipe Moreno Echavarría.
El directivo será el encargado de sacar a la firma de la coyuntura actual y salvar 148 puestos de trabajo que genera.
Igualmente, Embotelladora Capri se sumó a la lista de las 43 empresas que este año se han cobijado bajo la ley 1116 o de insolvencia.
La norma tiene por objetivo la protección del crédito y la recuperación y conservación como unidades de explotación económica y fuentes generadoras de empleo.
El año pasado se sometieron 270 empresas y en el 2016 solo han entrado 43.
Otros resultados
Por el contrario, a los grandes del sector de bebidas les va bien y su facturación sube como espuma.
Bavaria y sus subordinadas como Cervunión, que son controladas por la sudafricana SABMiller, arrojaron un crecimiento de 11 por ciento en las ventas de cerveza, en el periodo abril 1 del 2015 a 31 de marzo del 2016.
El crecimiento lo atribuyen al clima seco que reinó hasta comienzos de año, pero también a que aún hay capacidad de gasto de los consumidores y un buen comportamiento de la línea de cervezas sin alcohol.
La multinacional Coca-Cola reportó por su lado una caída del 4,7 por ciento en las ventas mundiales en dólares durante el primer trimestre del 2016, en especial por la valorización de la divisa estadounidense y la débil demanda en Europa.
En efecto, aunque sus ventas en volumen crecieron 2 por ciento en el primer trimestre, fue un nivel que los analistas consideraron insuficiente.
Sin embargo, si se contrastan las ventas por volumen con su franquiciado en Colombia (la mexicana Coca-Cola Femsa), la marca estadounidense no tuvo atisbos de desaceleración.
El reporte de Coca-Cola Femsa indica que sus colocaciones en volumen en Colombia subieron 10 por ciento durante el primer trimestre, a 82 millones de cajas e impulsadas no solo por las ventas de gaseosas sino también por las de aguas, jugos y bebidas de té.
Por ejemplo, en México, Centroamérica, Brasil, Argentina y Venezuela las ventas de la emblemática marca cayeron y/o subieron menos que en Colombia, frente a igual periodo del 2015.
En el primer trimestre, los nacionales se tomaron 58 millones de cajas de cajas de gaseosas y 24 de otras bebidas refrescantes de Coca-Cola.