El hallazgo de un fragmento de un hacha con mango de más de 43.000 años de antigüedad en el norte de Australia se ha convertido en la herramienta de su tipo más antigua del mundo conocida hasta ahora.
“Si bien en Japón esta clase de hachas aparecieron hace unos 35.000 años, en la mayoría de los países estas llegaron con la agricultura 10.000 años después”, dijo la descubridora del fragmento, Sue O’Connor, de la Universidad Nacional Australiana.
El fragmento, del tamaño de una uña, pertenece a un hacha de piedra unido a un mango. Su antigüedad, de entre 48.875 a 43.941 años, coincide con la de la llegada de los primeros habitantes de Australia, y es unos 10.000 años más antiguo que las herramientas que han sido halladas hasta la fecha en el norte del país.
“Los artefactos líticos australianos se han caracterizado con frecuencia como simples. Pero claramente no es el caso cuando se tiene este tipo de hachas con mango más temprano en Australia que en cualquier lugar del mundo”, dijo la arqueóloga.
O’Connor descubrió el fragmento a principios de la década de 1990 en una guarida rocosa en el Parque Nacional Winjana Gorge, uno de los primeros lugares en Australia ocupados por seres humanos modernos, según la cadena local ABC.
Años más tarde, en 2014, la científica reexaminó los objetos excavados y se dio cuenta de que ese pequeño fragmento podría ser parte de un hacha, lo que buscó verificar con la ayuda de Peter Hiscock, de la Universidad de Sídney.
El fragmento procede de un hacha de basalto pulida con una roca más suave, que podría ser arenisca. Según Hiscock, los trabajos experimentales confirmaron que la suavidad de la pieza fue producto de un intenso trabajo humano, lo que demuestra la necesidad de adaptación que tuvieron los primeros habitantes de Australia.