Paso a paso, el desafío, como es apenas normal, se va haciendo más complicado para Atlético Nacional en su travesía por la Copa Libertadores. Ahora, ya en cuartos de final, asume un reto que se presume más exigente, más amenazante, de más cuidado: enfrenta a Rosario Central, que ha sido uno de los equipos sobresalientes del torneo internacional, y arrancan la serie, este jueves, en Argentina.
Esta será una verdadera prueba de fuego para Atlético Nacional, que hasta ahora ha transitado por el torneo con cierta imponencia, con cierta superioridad, dejando rivales –algunos más débiles– en el camino. Hasta el momento, solo Huracán, también argentino, en octavos de final, amenazó su confort; lo hizo sudar, le despertó sus primeras angustias. Fue –en un partido de vuelta marcado por un cuestionado arbitraje– una alerta para el equipo colombiano. ¡
Esa llave contra Huracán demostró que Nacional, con todo su potencial, su prestigiosa nómina y el favoritismo que ha adquirido, no tendrá fácil conquistar la Copa. El equipo pareció aterrizar con esa dura batalla y eso, seguramente, le hace bien para asumir este nuevo desafío con las cautelas que el rival exige.
“Lo que caracteriza a este equipo de Rosario es el buen juego, con gran vocación ofensiva y con intenciones de salir a buscar los partidos. Es un equipo muy compacto en todas sus líneas”, dijo el técnico Reinaldo Rueda, advirtiendo y poniendo mucho cuidado en esa virtud ofensiva del club argentino, que lo ha hecho protagonista, con uno de los goleadores del torneo, el atacante Marco Ruben, que lleva 7 tantos.
A Ruben, y a todo Rosario, Nacional lo está mirando con precaución: “Rosario juega muy bien, muy similar a lo que hacemos nosotros. Va a ser un duelo complicado y bonito. Central es un equipo rápido, que ataca bien y tiene buenos enlaces para llegar al arco rival. Nosotros debemos ser inteligentes”, comentó el delantero verdolaga Jonathan Copete, y agregó un punto que puede ser clave. “Va a ser importante empezar ganando”.
Y es que Nacional, este Nacional, no suele atemorizarse por el rival, así sea jugando fuera del Atanasio Girardot. A Huracán fue y le empató 0-0 en la llave de octavos, pero antes ya había vencido en sus tres primeras visitas, al propio Huracán (0-2), a Peñarol (0-4) y a Sporting Cristal (0-1).
Se trata entonces de tener cautela, cuidado con ese fuerte ataque rival, pero manteniendo la ambición y el fútbol que hasta ahora le viene dando resultados. “Todos estamos motivados y contentos. La Copa es muy importante para nosotros y para la hinchada. Vamos a salir con todo para ganar”, afirmó –lleno de convicción– Copete.
Sin Víctor Ibarbo, único ausente (no viajó a Argentina), Nacional expone su fútbol una vez más, con la artillería que comandan Marlos e Ibargüen, con el equilibrio que le dan Mejía y Pérez, con la seguridad de Armani, y con la estrategia de un Reinaldo Rueda calmo, paciente, aterrizado.
“Lo he dicho siempre: solamente se es favorito el día que se juega la final. De lo contrario, hicimos un camino importante. Es un reconocimiento a un estilo de juego, pero se lleva la gloria el que es campeón”, dijo Reinaldo, con coherencia, pero seguramente con el deseo interno de que ese estilo se imponga esta noche, en el partido de ida, cuando la exigencia aumenta.
Alineaciones probables:
Rosario Central: Sebastián Sosa; Pablo Álvarez, Alejandro Donatti, Javier Pinola y Víctor Salazar; Walter Montoya, Damián Musto y José Luis Fernández; Franco Cervi; Germán Herrera y Marco Ruben.
D.T.: Eduardo Coudet. Atlético
Nacional: Franco Armani; Daniel Bocanegra, Alexis Henríquez, Davinson Sánchez y Farid Díaz; Alexander Mejía y Sebastián Pérez; Jonathan Copete, Alejandro Guerra y Andrés Ibargüen; Marlos Moreno.
D.T.: Reinaldo Rueda.