La represa de Vélez (Santander), entregada el 18 de diciembre de 2015 y cuyo llenado comenzó hace dos semanas, colapsó el martes pasado por una falla en el sistema de compuertas y un posible movimiento de tierra que provocó el desbordamiento de sus aguas.
En la millonaria obra, que tiene una capacidad de 175.000 litros de agua, se invirtieron más de 9.000 millones de pesos a través de dos contratos en los que se ejecutaron los trabajos de construcción del vaso de la presa y del dique y la impermeabilización.
Leonardo Javier Pico, alcalde de Vélez, indicó: “El muro de contención colapsó, se corrió en su parte alta más o menos 10 metros, y al correrse dañó las tuberías de evacuación del sistema. En este momento, por las fuertes lluvias en el sector, el agua está pasando por encima del muro”.
El daño que se evidencia en la estructura es grave, por lo que fueron evacuadas 67 familias residentes de la zona, especialmente a los vecinos de la quebrada la Batanera, que pasa desde Vélez hasta Güepsa.
“Se activaron los comités de gestión del riesgo de Güepsa, Chipatá y Vélez, que son los municipios de la zona de influencia de las quebradas que abastecen la represa. Ya se hizo una evacuación preventiva de todos los habitantes que van por el cauce de la quebrada la Batanera”, agregó el funcionario.
En la represa de Vélez estuvieron la gerente de la Empresa de Servicios Públicos de Santander (Esant), Mónica Paola Monsalve; el secretario de Infraestructura, Mauricio Mejía Abello, y el director de Gestión del Riesgo en Santander, Ramón Ramírez, quienes les exigieron a los contratistas de la obra una solución inmediata ante las fallas estructurales que presenta.
Luego de inspeccionar el desbordamiento de la represa de Vélez la Gobernación citó a un consejo extraordinario para trazar un plan de acciónque mitigue las problemáticas por el desbordamiento de agua en la zona y sobre todo se garantice la integridad de los habitantes de esa provincia.
Ramón Ramírez indicó: “Hicimos un plan de acción especifico, puntual, en el cual cada uno de los organismos y entidades se compromete con unos aportes individuales. Se recibirá apoyo en ayuda humanitaria, en personal para atención humanitaria, en vehículos y aeronaves”.
Explicó también que se le solicitó a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo una motobomba de gran caudal “para evacuar el agua a la mayor brevedad, y evitar que haya un ruptura total en la represa y genere una llegada de agua de grandes magnitudes que afectaría la integridad de los habitantes”.
Después de un primer monitoreo, la Esant determinó que el dique de la presa está fracturado y lleno de fisuras.