El impacto del fenómeno climatológico El Niño está “lejos de terminar”, según apuntó ayer Unicef, que calculó en 26,5 millones la cantidad de niños que necesitan ayuda “solo en África oriental y meridional”.
Ya agencias internacionales meteorológicas como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Noaa por sus siglas en inglés) de Estados Unidos ya han señalado que este fenómeno natural terminó a mediados de mayo de este año y que actualmente hay una probabilidad del 75 por ciento de ocurrencia de La Niña, el fenómeno contrario.
En el informe ‘Aún no ha terminado: Las consecuencias de El Niño sobre la infancia’, la organización asegura que el hambre, la desnutrición y las enfermedades derivadas de las sequías e inundaciones causadas por el fenómeno siguen aumentando y los niños que viven en las zonas más afectadas “ya están pasando hambre”.
Además, Unicef advierte sobre las posibilidades de que el fenómeno inverso a El Niño, La Niña, “agrave aún más” la crisis humanitaria que afecta a las comunidades más vulnerables en los países donde los recursos ya han llegado al límite, sobre todo en África oriental y meridional, así como en Suramérica.
Con El Niño también aumentaron las enfermedades que son las principales causas de mortalidad infantil, como el dengue, la diarrea y el cólera, además de generar condiciones favorables para la reproducción de mosquitos que pueden transmitir virus como el zika en Suramérica, apunta la organización.
Especialmente en Brasil, “El Niño ha creado unas condiciones favorables para la reproducción del mosquito Aedes, que puede transmitir el virus del Zika, así como el dengue, la fiebre amarilla y la chikunguña”, puntualiza el informe.
“Puede que el fenómeno meteorológico haya terminado, pero sus repercusiones sobre los niños se sentirán durante años. Y si La Niña se desencadena, estos mismos niños podrían sufrir unas condiciones meteorológicas más extremas”, señaló Afshan Khan, directora de Programas de Emergencia de Unicef.
Otra de las preocupaciones de la institución ante la falta de alimentos y agua en África meridional es un aumento en la transmisión del sida. El informe subraya que la mortalidad de los niños que viven con el VIH es de dos a seis veces mayor entre los niños desnutridos.
Según Unicef, un estudio realizado en 2014 en África subsahariana reveló que las tasas de infección de sida en zonas rurales aumentó en un 11 por ciento después de que se produjera una sequía, uno de los principales efectos de El Niño en África meridional.
Los países más afectados por el fenómeno natural son Etiopía, con más de 10 millones de personas afectadas por la sequía (6 millones de niños); Malawi, con 1,5 millones de niños afectados, y Angola, con 756.000 de ellos sufriendo la misma crisis de seguridad alimentaria y sin recursos para paliar la desnutrición infantil. En Centroamérica, Guatemala, Salvador, Honduras y Haití son los países más vulnerables, de acuerdo con el informe.
“Los mismos niños que han sufriendo los efectos de El Niño, y que están amenazados por La Niña, se encuentran en la primera línea del cambio climático”, afirmó Khan.