Decenas de miles de bebés pueden nacer con los severos trastornos asociados al zika durante la actual epidemia en América Latina y el Caribe, advierte un estudio que publica este lunes Nature Microbiology.
En total, 93,4 millones de personas podrían resultar infectadas con el virus del zika durante la actual epidemia, entre ellas 1,65 millones de mujeres embarazadas, según el estudio.
Un 80% de las infecciones resultan benignas o pasan inadvertidas, destacan los autores.
Sin embargo, advierten que “decenas de miles” de recién nacidos podrían padecer las malformaciones asociadas al zika, es decir microcefalia y otros trastornos neurológicos.
Estas previsiones constituyen un techo, es decir el peor de los escenarios posibles.
Alex Perkins, investigador de la Universidad de Notre Dame (Indiana), admitió que sus estimaciones presentan una cantidad “enorme” de incertidumbres.
Según las mismas, Brasil encabeza la cantidad de infectados previsibles con 37,4 millones de personas, seguido por México (14,9 millones), Venezuela (7,4), Colombia (6,7), Cuba (3,7), Haití (2,9), Argentina (2,7), República Dominicana (2,6) y otros 15,6 millones repartidas en otros países de la región.
“La principal preocupación con el brote de zika en América Latina radica en el daño causado a los fetos cuando sus madres se infectan”, comentó Jimmy Whitworth, de la Escuela de Medicina Tropical de Londres. “Este estudio utiliza modelos informáticos para concluir que 1,65 millones de embarazadas pueden infectarse durante esta epidemia”. Se estima que actualmente hay 5,42 millones de embarazos anuales en toda las regiones afectadas.
De momento, unos 1.700 casos de microcefalia asociada al virus del zika fueron comprobados en Brasil.
El estudio brinda un panorama prospectivo de propagación de la enfermedad, examinando su probable impacto a niveles muy localizados, en zonas delimitadas a 5 kilómetros cuadrados.
“Este estudio subraya el tamaño del desafío que plantea la epidemia de zika a la sociedad y los servicios sociales de América Latina. Todos estos recién nacidos afectados y sus familiares necesitarán acceso a cuidados”, comentó Whitworth.
El virus, que se ha propagado en Brasil, en Colombia y en el Caribe desde fines de 2014, esencialmente a través de la picadura del mosquito Aedes aegypti, provoca en la mayoría de los casos una infección leve.
Pero cuando la infección se produce durante el embarazo, puede afectar el cerebro del feto y provocar una microcefalia.
Puede causar asimismo trastornos neurológicos, como el síndrome de Guillain-Barré, enfermedad que provoca parálisis y puede llegar a causar la muerte del paciente. No existe de momento vacuna ni antiviral contra el zika, que con menor frecuencia puede transmitirse también sexualmente.
Para realizar su inquietante pronóstico, los investigadores tomaron en cuenta especialmente la inmunidad adquirida por la población, que al principio era totalmente vulnerable a la infección.
Esa “inmunidad de grupo” ocurre cuando la cantidad de personas inmunizadas supera un umbral que actúa como una barrera contra el virus a nivel colectivo.
Los autores del estudio emplearon proyecciones matemáticas para analizar los datos reales de infección de la población gracias a tests sanguíneos, inspirándose de las informaciones recabadas en epidemias anteriores de dengue y Chikunguña.
La epidemia actual de zika debería extinguirse en unos dos o tres años en América Latina y el Caribe, según un estudio británico publicado por Science.
Otra epidemia de gran amplitud puede volver a aparecer pero no antes de diez años, afectando a una generación que nunca haya estado expuesta al virus.